IndyMac, que se especializa en cuentas de ahorros y financiación hipotecaria a clientes que no demuestran sus ingresos, no logró captar nuevos recursos y fue víctima de una corrida bancaria. Se calcula que el derrumbe le costará a la FDIC entre US$4.000 millones y US$8.000 millones Los bancos y las asociaciones de ahorro y préstamo en el país enfrentan dificultades debido a un incremento en los préstamos en mora, y es cada vez más claro que algunos no lograrán superar los problemas. Si bien se espera la caída de un número menor de bancos que los 834 casos registrados entre 1990 y 1992, probablemente tomará varios años para que las atribuladas instituciones financieras se liberen de los préstamos incobrables o morosos y repongan su reducido capital. Sin embargo, este sombrío panorama podrían ser evitado si la economía estadounidense y el sector inmobiliario experimentan una pronta recuperación, lo que ayudaría a aquellos consumidores y empresas que se han retrasado en los pagos de sus préstamos. Incluso señales de que lo peor en el sector ya ha quedado atrás podrían impulsar la confianza lo suficiente como para que aquellos bancos con una mejor situación financiera decidan salir a adquirir otras entidades, lo que eliminaría del sector a algunos de sus participantes más débiles. Al menos por ahora -a medida que empeoran los trastornos en el sector- se están observando señales de que los consumidores -quienes, en general, pensaban poco acerca de la seguridad de sus depósitos- están comenzado a replantearse la situación. El FDIC asegura hasta US$100.000 en depósitos por depositante por banco, o US$250.000 para la mayoría de las cuentas de jubilación, incluidos los intereses acumulados. La entidad garantiza que los depositantes con montos inferiores a esos límites recibirán la totalidad de su dinero de vuelta. Pero muchos depósitos exceden esos límites. El porcentaje de depósitos sin garantía se ha duplicado desde 1992, al ascender a cerca del 37% del total del depósitos en el país, de US$7,07 billones, a fines del primer trimestre, según un análisis de la FDIC. Las cifras están basadas en información otorgada por bancos comerciales e instituciones de ahorro. A medida que prosiguen las malas noticias sobre los bancos, algunos depositantes ya están trasladando su dinero a instituciones que consideran mejor equipadas para hacer frente a los problemas por los que atraviesa el sector. "Los depositantes son más conscientes de la salud de sus bancos", dijo Robert New, presidente ejecutivo de First National Bank. El rápido derrumbe de IndyMac Bancorp Inc., empresa matriz de IndyMac Bank y una firma de préstamos hipotecarios, demuestra que los problemas del sistema bancario estadounidense son mucho más generalizados y profundos que hace un par de meses. "Esta es una crisis bancaria muy seria. No existe duda sobre eso", dijo Donald G. Ogilvie, quien fue durante un largo tiempo el titular de la asociación de banqueros de Estados Unidos, la American Bankers Association, y trabaja en la actualidad como asesor de Deloitte LLP. Poco antes de la apertura del lunes, las acciones de IndyMac caían cerca de un 11% y han descendido un 95% en lo que va del año.