Los líderes de la Cámara de Representantes presentaron la semana pasada un paquete de US$825.000 millones destinado a gastos del gobierno para ofrecer empleos mediante la reconstrucción de la infraestructura del país. La consideración de semejante escala de estímulos se efectúa luego que la economía concluyera el 2008 en lo que muchos economistas consideran la mayor contracción desde comienzos de la década de 1980.

El número de empleos ha estado cayendo a una tasa de 500.000 por mes desde septiembre, y los despidos parecen estar continuando tras el inicio del año nuevo.

En su testimonio, Geithner también mencionó la reforma al programa de rescate financiero, conocido como TARP, que asciende a US$700.000 millones. El Congreso aprobó recientemente el segundo tramo del programa, de US$350.000 millones, cuya meta original era la eliminación de los activos tóxicos que se hallan en las hojas de balance de los bancos, pero que hasta el momento se ha utilizado en gran medida para inyectar capital a los bancos, así como para rescatar a las empresas automotrices.

"Mucha gente cree que el programa (TARP) ha dado demasiados beneficios a las instituciones financieras, al mismo tiempo que ha hecho poco por los propietarios de negocios pequeños (...) y los inocentes propietarios de viviendas", dijo. "Tenemos que cambiar fundamentalmente este programa para asegurar que exista suficiente crédito disponible para apoyar la recuperación", afirmó.

Geithner, cuya nominación se esperaba que transcurra sin problemas debido a su experiencia en el manejo de crisis financieras, probablemente se vea sometido a preguntas sobre sus pagos recientes de más de US$30.000 en impuestos atrasados, incluyendo impuestos de seguridad social y servicios de asistencia para la salud del período en que era empleado del Fondo Monetario Internacional. Geithner no mencionó sus problemas tributarios o la contratación de una ama de llaves cuya visa de trabajo había expirado.