Así lo aseguran Ángel Laborda y María Jesús Fernández, miembros del Gabinete de Coyuntura y Estadística de Funcas, en la última edición de los 'Cuadernos de Información Económica'.

En total, Funcas calcula que el empleo se contraerá un 6,5% este año y un 2,9% en 2010, lo que se traducirá en la destrucción de 1,2 millones y 500.000 puestos de trabajo, respectivamente.


En otro artículo recogido en esta publicación y realizado por el ex secretario general de Empleo Valeriano Gómez, se advierte de que en los últimos 18 meses se han destruído algo más de 1,4 millones de empleos, cifra que supera en un 40% a la pérdida de empleo experimentada durante toda la crisis de los años 90.

Según Gómez, la crisis actual se está cebando sobre todo en los asalariados con contrato temporal, al contrario de lo que ocurrió en los 90. En su opinión, es "muy probable" que el mercado laboral "haya tocado fondo" en los meses de marzo y abril pasados, aunque todavía "se esté lejos de volver a la superficie". De hecho, durante al menos otro año más se seguirá destruyendo empleo.

EL DÉFICIT PÚBLICO, UN "PESADO LASTRE"


Por otro lado, y de acuerdo con las estimaciones de Funcas, la tasa de ahorro de los hogares se disparará hasta el 16,8% de su renta disponible bruta este año y hasta el 17,7% el próximo, al mismo tiempo que se incrementará el ahorro de las empresas. Todo ello hará que la tasa de ahorro del conjunto del sector privado roce el 24% este año y suba hasta el 25,4% en 2010.

La Fundación de las Cajas de Ahorros advierte además en este número de 'Cuadernos' de que la economía española tendrá muchas dificultades para cumplir las previsiones de PIB realizadas por el Gobierno hasta 2012, con unos aumentos de impuestos como los que harían falta para reducir el déficit al 3% del PIB.

Así, sostiene que el escenario macroeconómico y los objetivos de déficit que se ha fijado el Ejecutivo parecen "harto inconsistentes". "Si se consigue que la economía española vuelva a crecer de forma sostenible por encima del 3% anual una vez que se supere la recesión, las cuentas públicas volverán a estar bajo control. De lo contrario, podrían convertirse en un pesado lastre que la mantendría sin despegar durante muchos años", avisa Funcas.