Más allá de este problema interno de la gestión de la moneda única europea, el máximo responsable del FMI ha señalado que "el yuan y el yen están subevaluados, el euro está sobre-evaluado y el dólar entre los dos" y ha pedido a los gobiernos que "corrijan estos desequilibrios".Además ha atribuido las tensiones inflacionistas en todo el mundo al tirón de los precios agrícolas y al encarecimiento de la energía, aunque sobre este último punto aventuró que "la ralentización económica en marcha acarreará una baja de los precios del petróleo: el FMI no prevé una explosión del precio del barril". Ante esas presiones, ha dicho que no le sorprendería que haya "reacciones en los países desarrollados, y más todavía en los países pobres donde está en cuestión la supervivencia de la población".Para hacer frente, a largo plazo hay que incrementar las superficies cultivadas, mientras que a corto plazo los gobiernos pueden aceptar perder temporalmente ingresos fiscales para hacer "más soportable" la situación para sus poblaciones, argumentó, antes de subrayar que "la subvención puede incluso ser legítima en periodo de crisis".Strauss-Kahn precisa que los países desarrollados podrían crear un impuesto "flotante" sobre los hidrocarburos, para que la fiscalidad no contribuya a inflar todavía más los precios de los carburantes.El director ejecutivo del FMI ha justificado el recurso a las "estimulaciones presupuestarias" por parte de "los países que tienen finanzas públicas sanas(...) en el momento oportuno y de forma selectiva y temporal", con el objetivo de evitar un mayor contagio de la crisis financiera a la economía real. "Contra las crisis mundiales que acarrea la globalización hacen falta respuestas planetarias", sentenció antes de insistir en que "este proyecto de estimulación mundial prueba que el FMI no pide sistemáticamente ajustarse el cinturón".
Atribuye la fortaleza del euro al exceso de poder del BCEEl director del Fondo Monetario Internacional (FMI), el francés Dominique Strauss-Kahn, atribuye la actual fortaleza del euro al exceso de poder del Banco Central Europeo (BCE), que carece de un "contrapeso" político al no existir la figura de ministro europeo de economía. "El problema del euro es que el Banco Central Europeo, que hace bien su trabajo para contener la inflación, es todopoderoso: no tiene contrapeso político en la persona de un verdadero ministro europeo de finanzas encargado del crecimiento", dice el máximo responsable del FMI en una entrevista concedida a Le Monde.Según Strauss-Khan, se observan "grandes distorsiones" entre las monedas y el FMI alerta a los gobiernos para que corrijan los desequilibrios. En este sentido, se alegra de que las autoridades chinas acepten progresivamente una tasa de cambio más realista, pero advierte de que el regreso al equilibrio no depende únicamente de una sola moneda. En cuanto al alza generalizado de la inflación, sostiene que forma parte del aumento del precio de la energía, empujado por una demanda cada vez mayor de los países emergentes mientras que la producción del petróleo apenas sigue este ritmo. En todo caso subraya que "el FMI no prevé una explosión del precio del barril".