Fitch ha basado su decisión en la incertidumbre política que hace improbable la formación de gobierno y a la contracción económica del país que, al tratarse de la tercera economía de la Zona Euro, supone toda una amenaza para Europa.

La agencia mantiene la calificación italiana en perspectiva negativa. De hecho, prevé una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) este año del 1,8% (el Banco de Italia prevé un -1%), debido en mayor parte al efecto arrastre del -2,4% de 2012.

La Comisión Europea (CE) pronosticó que la recesión de Italia para este año sería peor que lo estimado previamente. La economía de Italia se contraerá 1.0% en el 2013, dijo el pronóstico de invierno de la Unión Europea, el doble de su estimación en noviembre de un retroceso de 0.5%.