Fitch ha recortado la nota de Codere desde 'B+' a 'B' y la coloca en perspectiva con implicaciones negativas, después del retraso en el cumplimiento de las obligaciones financieras del accionista mayoritario de la compañía.

Estos cambios de calificaciones "reflejan principalmente la debilidad en la operativa como resultado de las difíciles condiciones en España por la ralentización económica", destaca Fitch.


A pesar de los crecientes esfuerzos encaminados hacia una mayor disciplina inversora, la desaceleración del crecimiento de los beneficios reducirá la capacidad de desapalancamiento, agrega la firma de calificación.

Asimismo, apunta que persisten incerdidumbres respecto a la propiedad de Codere y estructura financiera que podrían derivar en un proceso de venta, aunque este escenario no parece inminente a la luz de la situación del mercado.