A principios de esta década, el Banco de España se mostró contrario a la idea de que los bancos mantuvieran grandes cantidades de activos de crédito fuera de su balance, y demandó a las entidades que provisionasen mayores reservas de lo que las leyes internacionales establecían.En consecuencia, "reescribió" las leyes de la Unión Europea, con lo que desanimó a los bancos españoles de crear entidades con los vehículos de inversión estructurados.Cuando el regulador español tomó esta decisión, parecía bastante raro. Al fin y al cabo, en los años recientes de esta década, instituciones como la Fed estaban convencidas de que los bancos podían mantenerse reservando menos capital que antes, porque la innovación había hecho que tuvieran una menor exposición a riesgos crediticios.
España no saldrá intacta de la crisisNada de esto garantiza que España vaya a salir de esta crisis intacta, según "Financial Times". La explosión de la burbuja inmobiliaria "siempre es desagradable", incluso sin vehículos de inversión estructurados
. De cualquier manera, la posición conservadora española ha ayudado a "capear el temporal", lo que trae algunas lecciones interesantes. Lo primero, muestra que algunos de los más sabios financieros son aquellos han vivido una crisis.Lo segundo, la historia española muestra que para algunos países pequeños es mejor llevar la contraria a la mayoría de vez en cuando. Después de todo, cuando todos se dirigen en la misma dirección (equivocada) es cuando surgen los mayores peligros. Y tercero, el relato español enseña el beneficio de tener un banco central involucrado en la regulación.

