El gobernador del banco emisor aseguró que cuando el crecimiento del PIB se adentra en territorio negativo y aumenta el desempleo, las empresas y familias encuentran mayores dificultades para atender a los pagos que se derivan de sus deudas, y esto obliga a las entidades de crédito a derivar hacia la cobertura de una creciente morosidad de fondos que, en otras circunstancias, podrían haberse dedicado a alimentar el flujo de crédito.

Además, Fernández Ordóñez aseguró que la revisión a la baja de las expectativas sobre el dinamismo futuro también afecta a las entidades y las hace endurecer la oferta de nuevos fondos, debido, en parte, a la "sobrerreacción" que produce la recesión y que puede llevar a exagerar riesgos y contraer de manera excesiva el crédito.

El gobernador del Banco de España se refirió a las medidas puestas en marcha para paliar los efectos del endurecimiento del crédito, con programas "muy cuantiosos" a través del ICO, y recordó que siguen surgiendo propuestas desde muchos ámbitos debido a los retos tan grandes que implica la situación actual.

A su parecer, ninguna de estas propuestas está exenta de riesgos, ya que la mayor parte de las acciones requieren un gran esfuerzo presupuestario por parte de los Estados, por lo que hay que abordarlas de manera que no supongan un "grave peligro" para las finanzas públicas, al tiempo que hay que prestar atención a las condiciones que se han de exigir a las entidades financieras favorecidas por las medidas puestas en marcha contra la crisis.

Según Fernández Ordóñez, la evolución del crédito no puede desligarse de la existencia de una crisis de naturaleza global, y del hecho de que llegue a España cuando la economía se encontraba ya en un proceso de ajuste.

"Si se ignoran estas premisas podemos deslizarnos fácilmente hacia diagnósticos equivocados, basados en explicaciones simplistas, que lleven a creer que la solución se encuentra en fórmulas mecánicas que, lejos de proporcionar alivio, pueden resultar, a la postre, contraproducentes", advirtió.

EL PROTECCIONISMO, UNA "FUERZA DESTRUCTIVA"

En este sentido, afirmó que no es difícil identificar alguno de estos peligros en las voces y propuestas que se elevan en determinados países a favor del proteccionismo y el nacionalismo económico, basadas en la "falsa creencia" de que la vuelta a la defensa de los intereses nacionales puede proteger a cada economía de los efectos de una espiral contractiva global. Así, llamó a la cooperación entre países porque el proteccionismo fue la "fuerza más destructiva de la Gran Depresión".

Asimismo, alertó de la posibilidad de cometer la equivocación de deslindar la trayectoria del crédito del resto de factores que confluyen en el "severo ajuste" de la economía. "Nada sería más contraproducente que caer en la simplificación errónea de que la salida de la crisis depende exclusivamente de la existencia de una disponibilidad abundante de financiación crediticia", subrayó.

A su juicio, la reanimación del crédito forma parte, sin duda, de la solución, pero ésta no es posible si no se dan condiciones adecuadas para que las empresas y familias recuperen la confianza en sus rentas futuras y dispongan de bases sólidas sobre las que asentar sus decisiones de gasto.

CONDICIONES CREDITICIAS MÁS LIMITADAS

Fernández Ordóñez reconoció que, en cualquier escenario posible de recuperación, las condiciones crediticias habrán de ser "necesariamente" más limitadas y más restrictivas que antes de la misma, ya que en la fase de expansión el crédito creció a un ritmo "insostenible". Además, el sistema financiero español tendrá que adaptarse a estas nuevas condiciones.

Por todo, insistió una vez más en la imposibilidad de tratar las tensiones crediticias de una manera aislada y recordó que cualquier programa de acción "efectivo" debe contemplar acciones coordinadas en diversos frentes, que permitan abordar de manera conjunta los no pocos retos a los que se enfrenta la economía española.

EL CRÉDITO CRECE UN 5,8% EN ENERO

Por otro lado, Fernández Ordóñez adelantó los datos del crédito concedido a lo largo del mes de enero y aseguró que, durante el primer mes del año, el crédito a familias y empresas crecía a una tasa interanual del 5,8%, lo que, en términos netos y descontando el efecto de las amortizaciones de préstamos pasados, este sector recibió financiación por valor de 110.000 millones de euros en los últimos doce meses.

Los préstamos concedidos a los hogares para la adquisición de vivienda crecieron un 4,2%, más que los créditos al consumo y otros fines, que se incrementaron un 3%. Por su parte, los fondos concedidos a empresas crecieron un 6,1%, aunque con grandes diferencias según los sectores productivos.

A su parecer, es muy posible que el crecimiento del crédito empresarial refleje no tanto las decisiones de concesión más recientes de bancos y cajas como un uso más intensivo por parte de las sociedades no financieras de las líneas de crédito abiertas en el pasado, con unas condiciones menos exigentes que las actuales.