El objetivo de todo empleado es resolver problemas en lugar de darlos: primera regla de todo aquel que se sabe a salvo del despido. Y aquí estamos para ello. Los expertos bursátiles insisten en la necesidad de desvincular los valores de sus índices, alejarse de todo aquello que suene a excesiva deuda o apalancamiento, nada de sector financiero, metales preciosos, sí, por favor, alguna compañía de consumo y apostar por “los fuertes entre los más fuertes”,parafraseando al analista independiente de nuestra Zona Premium, José Luis Cava.

“El tiempo volverá corriendo a buscar la edad de oro”, escribió el poeta John Milton. En Wall Street buena parte del mes de agosto se ha estado discutiendo sobre el objetivo de este metal precioso ante la que está por venir con toda seguridad.
A una posible ronda de estímulos desde la FED se suman los rumores de una acción coordinada entre los principales bancos centrales y, de ahí, que no fuera “descabellado invertir en oro”, afirma Eduardo Vicho, jefe de Análisis de M&M Capital Markets. Bien a futuro, bien vía fondos es una opción, según el experto, aunque limita su recorrido a un techo de 1.800 dólares en caso de que “la inflación siga controlada” en Estados Unidos hasta “finales de año”. Eso sí, todo es posible “en un escenario de incertidumbre”, recuerda.

En este punto se entremezclan dos situaciones: de un lado, los mercados podrían 'estar al caer' ante la “incapacidad de los líderes políticos europeos para llegar a una solución del problema”, afirman desde Dracon Partners; de otro, el oro vuelve a ser refugio puesto que -para las memorias frágiles- este último año no ha vivido su mejor racha precisamente. En agosto de 2011, el metal dorado tocaba los 1.900 dólares y hoy, un año más tarde lucha por conquistar los 1.700.

El principal riesgo que podría derivar en una caída de los mercados a la vuelta de vacaciones sería la incapacidad de los líderes políticos europeos para llegar a una solución del problema de deuda periférica que pueda ser, sino definitivo, al menos lo suficientemente amplio y con los mínimos flecos pendientes, para hacer pensar a los inversores que el interés global de la UME se pone por delante de los intereses particulares de cada país y que los acuerdos tomados sean irreversibles e inequívocos. En caso de fracaso de unas negociaciones que arrancan este 6 de septiembre de la mano del Banco Central Europeo no haría sino mermar “la ya endeble confianza de los inversores” y trataría de “verse contrarrestado con potenciales nuevas medidas monetarias de estímulo”. En esta tesitura, mantenerse en liquidez es quizás la mejor opción ante la renta variable y la búsqueda de refugio.

Alejandro Martín, subdirector para España de Hanseatic Brokerhouse, mantiene su apuesta por los metales “siempre y cuando” aguanten los soportes. Caso del oro se encuentra en los 1.500 dólares, apunta el experto, y en el caso de la plata, a vigilar los 26 dólares. Esta última “podría tener un potencial incluso mayor que el oro” con lo que las opciones de compra en busca de evitar la 'tormenta' se antojan más jugosas “con objetivo a medio plazo en los 50 dólares y un segundo objetivo a largo plazo cercano a los 65 dólares”.

Y a pesar de que Martín se inclina por la plata como posible activo refugio, de cumplirse su pronóstico, el metal dorado podría irse “a medio plazo” hasta los 2.100 dólares lo que hace “más interesante el ratio rentabilidad/riesgo para posiciones alcistas”. Pero va más allá dado que “a largo, un segundo impulso alcistas podría rondar los 2.700”.


Comenzando por casa...

A pesar de quien piensa que en España no hay donde 'rascar', existen títulos nada difíciles de presuponer en los que los analistas recomiendan buscar refugio en caso de hecatombe. No es, por contra, el sector financiero “con un aumento de su valor del 43,1%”, tal y como recuerda Javier Flores, responsable del Servicio de Estudios y Análisis de ASINVER, debido “a su alto grado de exposición a altas volatilidades producidas por el entorno actual de la eurozona”. Lo dicho, sin sorpresas. Los dos grandes españoles, BBVA y Banco Santander, han subido cerca del 35% en el último mes, con lo que quizás sea momento de aprovechar para vender en lo alto y ganar con el rally alcista, sin más.

“Nos vienen a la cabeza tres nombres: Inditex, Grifols y Día”. Es David González, analista de Dracon Parterns EAFI, que recuerda la resistencia mostrada por estos valores en “entornos complejos de mercado”. La compañía del gallego Amancio Ortega acumula recomendaciones de compra a precios objetivos que elevan sus títulos hasta los 100 euros; Grifols destaca en el último año con una revalorización del 72% (desde ASINVER aseguran que es “compra tras apoyarse su cotización en reiteradas ocasiones en los 22 euros/acción) y Día, por su parte, destaca en tiempos de números rojos siempre a la contra, en parte gracias por pertenecer al sector de consumo básico.

Hay una cuestión básica que recuerda Pablo García, de Carax Alphavalue desde Mónaco: es fundamental desvincular los valores a sus índices porque pueden tener una correlación inexistente, como es el caso de nuestro selectivo. Flores añade a la lista de opciones dos valores más: Amadeus y EADS. Los cuatro valores “deberían seguir cotizando al alza y cualquier retroceso en su precio es una oportunidad de compra pese al escenario planteado”. ASINVER basa su criterio de selección de compañías en aquello de un comportamiento “fuertemente alcista” y que tiene visos de permanecer en un futuro a medio plazo. “Es destacable analizar que el Ibex 35 se ha dejado durante el último año un -9.61%, por tanto, son activos que se comportan totalmente ajenos a la evolución de su índice”. 

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