La cifra absoluta prácticamente se estabiliza en los niveles de junio, que son los más bajos de los últimos años.
Pero en términos relativos se mantiene el fuerte descenso, con una caída del 11,97% anual.

La tasa de morosidad se mantiene de esta forma en niveles de 8,47 %, bien por debajo del 10 % de hace un año.
El saldo de crédito modera su caída en julio, con un descenso anual del 2,5 % anual desde el 3,0 % anterior.
El ajuste de la morosidad de los bancos se mantiene a buen ritmo, compatible con el fuerte crecimiento del nuevo crédito.