“Mucha gente piensa, a raíz de tener una demo, que todo va a ser exactamente igual. La plataforma es la misma, lo que no lo es son los condicionantes.” Y es que entra en juego el dinero.“En la primera operación, llegan las “dudas”, afirma Ignacio Albizuri, de Pro Core Trading, aunque confiesa que tan sólo sucede con las primeras órdenes y da paso a que “sólo sea el precio el que afecta a las operativas”.


Pero,
¿qué hace el estrés? Básicamente, no nos deja pensar, pero “si se sabe manejar eficazmente” puede llegar a ser muy fructífero. Ante todo, el analista recomienda no caer “en una sensación de agobio” que da lugar a ejemplos paradigmáticos como cerrar una operación “cuando aún se encuentra a ocho puntos del stop”.

En todo caso, existen cifras que pueden determinar hasta qué punto afecta sobre el trading este nivel de estrés. “Si el ratio de acierto se acerca al 65%, podemos mantenernos en el mercado y es imprescindible para la supervivencia del trader” e insiste en que también es necesario “controlar el capital y los stops”.

¿Se atreven con la filosofía de la guerra? Aquí entra en juego el ‘Arte de la guerra’ de Sun Tzu.Son cinco pasos “fundamentales” que “todo trader debe tener en cuenta a la hora de embarcarse en una inversión”: el primero de ellos es “la influencia moral”, según Alejandro de Luis, colaborador de XTB y deluistrading.com.

De Luis vuelve al concepto de base, “el trading es un juego psicológico”, afirma, en donde “un 70/80%, la psicología desarrolla un papel fundamental”.

A ello se suma el concepto de “clima”, saber dónde se está moviendo el inversor e identificar tendencias. “No hablamos de hacer sólo operaciones a favor de tendencia”, dado que son cada vez las operaciones que operan ‘a la contra’. En este sentido, hay “tres caminos posibles: el mercado puede ser alcista, bajista o lateral”.

El tercer punto en cuestión “es el terreno” en el que se debe reconocer “las posibilidades de vida que existen” puesto que en guerras iguales, cualquier temperatura extrema puede acabar hasta con los más fuertes. De Luis apela a la tradición a la hora de referirse a la evolución –educativa- de cualquier trader y es que si el comienzo suele ser en ‘acciones’, el paso del tiempo suele llevar el dinero hacia productos más apalancados como las divisas. Un hecho que no quiere decir que el éxito se contagio entre mercados, esto es, de la cima al hoyo hay un paso en los mercados de renta variable, con lo que hay que saber elegir el producto que mejor se adapte a la hora de invertir.

La actitud influye también, claro está, y es como en todo…tras la teoría llega la práctica y es necesario adquirir cierta experiencia. Además, invertir puede ser entendido como un trabajo más con lo que no es de extrañar que la doctrina sea también importante.


Pequeño inversor: ¿huir?

Si aún permanece dentro del mercado, todavía se habrá encontrado con problemas en casa dado que los otros aún pretendemos que los laven fuera. Según el Informe Anual del Protector del Inversor elaborado por BMEa cierre de 2011 las dudas planteadas sobre el apartado 'otros' representaban el 30% del total, un 23% superior al año precedente. Detrás se encuentra un asunto evidente y que será aún más palpable a todas luces en el próximo informe del año 2012. “Merecen una mención especial las llamadas provocadas por la insuficiente información sobre las características de las participaciones preferentes, información no clara que puede llegar a ser incluso confusa y equívoca”, versa el texto. Más tarde llegaría la CNMV. 

En este punto, llega el decálogo del buen trader que -como en todo- comienza por saber identificar tendencias. Pero, ¿qué no se debe hacer? Luis Francisco Ruiz, director de Análisis de la Zona Premium, identifica ocho errores con los que no se debe transigir al invertir en bolsa. El primero y fundamental -algo que no comenten los fondos de inversión- es no emplear dinero que se pueda llegar a necesitar ahora o en futuro. La lista de los 'mustn´t do' pasa por saber diversificar -no en exceso que ya no se lleva, según los expertos-, no disponer de una estrategia e incluso no conocerse a uno mismo. Con todo ello, si se atreven, ya tienen las claves para saltar al inquietante mundo animal de las finanzas.