Por su parte, el presidente de Enagás explicó que las inversiones de su grupo son "independientes de la coyuntura" económica y citó la seguridad de suministro y la necesidad de responder a la demanda punta como dos de los principales retos para el futuro.

Sobre el capital público, advirtió de que "detraer dinero" del Estado "en momentos de recesión" para inversiones como las requeridas por Enagás podría generar "problemas". "Mi misión es, en la medida en que sea factible, mantener el sistema de inversión sin necesidad de tener fondos públicos", señaló, antes de recordar que su compañía "cotiza en bolsa" y, en todo caso, requiere "estabilidad regulatoria".

El plan estratégico 2009-2013 de REE contempla inversiones de 4.000 millones de euros, mientras que Enagás prevé invertir 5.000 millones en el periodo 2007-2012, que podrían elevarse en entre 2.000 y 3.000 millones para responder a los proyectos de infraestructura hasta 2016.