Las compañías relacionadas con el sector turístico son –junto a bancos, inmobiliarias, constructoras y empresas del sector textil- las más penalizadas desde que estalló la crisis subprime. Su declive en el mercado bursátil es un hecho que se apoya en varias circunstancias. A la desaceleración económica que sufre nuestro país, se suma la que padecen las economías de nuestro entorno, lo que propicia la sobreoferta turística en España ya que muchos de esos países son emisores de turistas que eligen el nuestro como destino. Además, la competencia de los emergentes –nuevos destinos-, la apreciación del euro frente al dólar, la escalada del crudo –cuyo final, no se vislumbra- y, las bajas tasas de ocupación no dan tregua a aerolíneas, hoteleras y agencias de viajes.Un sector “infraponderado” por Inverseguros desde el año 2007. Su
director de análisis, Alberto Roldán recalca “ya preveíamos que se iba a producir un cambio de ciclo a nivel mundial”. En su opinión, las que primero empiezan a sufrir la desaceleración económica son las compañías ligadas al sector turístico “porque están directamente relacionadas con el consumo”. Y especifica, “a todo ello se suman los precios del crudo que afectan, sobre todo, a las aerolíneas”. El experto cree que las economías más maduras son las más exportadoras de turistas y, cuando la situación empeora, se ven más afectadas que otras “es el caso de EE.UU, Alemania y, Reino Unido”, subraya. Otro experto, Samuel Sierra, analista de Eurofinanzasbolsa.com
considera que “la evolución en bolsa de algunas de las empresas del sector turístico nacional, al igual que el resto del mercado, ha sido fuertemente bajista y, hasta la fecha, no existe evidencia ninguna de figura de vuelta, lo que hace que esta circunstancia alimente el pesimismo ya instalado de por si en el mercado”.El sector turístico es estratégico para España. Supone un 11% del PIB y, cerca de un 12% del empleo, según la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos.Las aerolíneas en bolsa El sector de las aerolíneas anunció a finales de mayo una programación de vuelos en verano un 15% inferior. Y es que tiene en su contra, además de la economía y la escalada del crudo –que le obliga a elevar el recargo por combustible al cliente-, la competencia del AVE en algunas ciudades estratégicas como Barcelona. Sin ir más lejos, la filial española de SAS se ha visto obligada a anunciar un plan de viabilidad para "afrontar la crisis económica y la escalada del precio del combustible", que contempla la reducción de su capacidad, flota y plantilla. El presidente de la Asociación Española de Compañías Aéreas (AECA), Felipe Navío, apuntaba estos días que si la crisis continúa y, no se toman medidas "urgentes y rápidas", la situación de esta compañía podría reproducirse en otras aerolíneas. David Ardura, gestor de renta variable de Gesconsult tiene claro que el petróleo es el culpable del desplome en bolsa de las aerolíneas a lo que se suma el menor dinamismo de los datos de tráfico y, la mayor presión competitiva, lo que está debilitando los modelos de negocio de las aerolíneas más débiles e ineficientes, “por lo creemos que se va a producir un proceso de concentración en el medio plazo”, señala. Y, recalca que “el riesgo en fundamentales del sector pesa más que posibles primas por operaciones corporativas”. Pablo Suárez, gestor de renta variable de Inversis Banco comparte la idea de que están bajos los niveles de ocupación en las aerolíneas, que en definitiva “es su principal modelo de negocio” y se refiere, de nuevo, a la negativa correlación que existe entre el precio del oro negro y la cotización de las compañías del sector aéreo.“Cuando sube el petróleo, bajan las aerolíneas y viceversa”, subraya. Su recomendación es no entrar en aerolíneas este año hasta que cambie “claramente” la tendencia del crudo. Si se produjera ese cambio, las compañías que podrían tener un tirón más alcista son, en su opinión, “Lufthansa -con un precio de entrada en 12,90 euros el título- e Iberia, pero muy moderadamente”. A su juicio, un precio de entrada en la aerolínea española “estaría en los mínimos que hizo estos días, de 1,32 o, 1,35 euros el título –cotiza en 1,65 euros -”, indica. Y –añade- estamos cerca de una zona de suelo, pero hay que tener cuidado porque con bajos volúmenes, “el mercado es el mercado y te puede llevar abajo”. Cree que lo más acertado sería invertir con stops ajustados para no tener muchas pérdidas. “Si Iberia perdiera los 1,32 euros el título podría caer hasta el 1,10”. Y –continúa- “el mercado se está moviendo muy técnicamente”. La aerolínea española ha caído un 45% en lo que llevamos de 2008 y, este es el primer año en negativo desde que empezó a cotizar en abril de 2001. Aún conserva una revalorización del 62%, pero la acción llegó a estar un 245% por encima del precio de la OPV, que fue de 1,19 euros. Samuel Sierra, analista de Eurofinanzasbolsa.com explica que la española –que lleva cayendo tres meses y medio sin rebotes- ha ido a buscar el soporte de 1,33 euros por título de septiembre de 2003, es decir, de cinco años atrás. El precio objetivo en Iberia, según los analistas está en 2,35. La situación en el resto de Europa es bastante similar. El sector del ocio del índice Stoxx 600, que agrupa de forma mayoritaria a aerolíneas, hoteles y agencias de viajes se deja en el ejercicio más de un 20%. Samuel Sierra señala que los títulos de Air France han sufrido caídas continuas hasta llegar a los soportes que describieron en septiembre-octubre de 2005 -en 13,60 euros-. Y augura que, “al igual que los valores españoles, es de esperar que estos niveles aguanten e, incluso, den lugar a un rebote que vendría a dar un rayo de luz a esta tremenda tempestad bajista”. Pablo Suárez, gestor de renta variable de Inversis Banco se refiere a Easyjet y Ryanair –frente a grandes empresas del sector como Iberia, BA, Lufthansa- como compañías que tienen modelos de negocio más diversificados. Y especifica que “Easyjet tiene incluso cruceros, autobuses y trenes, pero escaso músculo financiero y, en momentos como los actuales, de nada sirve la diversificación si no tiene músculo financiero”.