A pesar la crisis los bienes de lujo han experimentado un año de fuertes beneficios. La venta de diamantes se ha disparado este ejercicio debido a la demanda de bienes de este corte en los países emergentes; en algunos de estos países la venta se ha incrementado hasta un 70%.
 
Además el desfase entre la oferta y la demanda ha provocado un aumento en los precios de las piedras preciosas que oscila entre el 2,6% en las calidades más comerciales hasta un 21% en las de más calidad.