Es lo mejor de lo mejor de nuestro mercado bursátil. La minera australiana que con especulación de un lado, por parte de los inversores y con autorizaciones, hasta 120 que ha superado ya para construir la mina de uranio a cielo abierto más grande de Europa que está por ver si se hará realidad, ha conseguido ser la número uno en bolsa en lo que llevamos de año.
Con una revalorización del 271%- pero que llegó al 400%- y minimizada desde que el Nasdaq empezara a perder terreno a principios de septiembre y alimentada por la desinversión de uno de sus principales accionistas, la británica Anglo Pacific Group, está pendiente del ministerio de Transición Ecológica que es quien tiene la última palabra para decidir si puede construir o no su mina en el pueblo salmantino de Retorcillo. De momento, parece que la titular Teresa Ribera espera un informe del Consejo de Seguridad Nuclear y que dentro del gobierno es mucha la oposición a este proyecto, especialmente de Podemos. Un documento que no se espera llegue a Moncloa hasta noviembre y que puede ser la calve para el ser o no ser de su evolución bursátil.
A la medalla de plata de esta clasificación bursátil le queda poco para entrar en el club de los grandes. El día 21 de septiembre, y casi al segundo intento, entrará en la liga senior al decidir el Comité Asesor Técnico del Ibex que sustituya a la papelera Ence dentro del selectivo español. Es una buena noticia para un valor, que como en el caso de Berkeley, ha perdido mucho fuelle desde que se produjera un polémico contrasplit del valor que no parece haber gustado a nadie. Unir acciones para acercarse al precio de las biofarmacéuticas del Nasdaq que el valor a duras penas además ha podido mantener, el entorno de los 100 euros por título. En lo que va de año se revaloriza un 131%, pero en algunos momentos del año la subida superó el 200%.
Desde entonces la caída solo ha parado con la noticia de la inclusión en el Ibex, que supondrá una exposición de Pharma Mar a carteras y fondos que replican al selectivo. Aunque de momento lo que sigue penalizando al valor, es lo que antes le había encumbrado: sin noticias del Aplidin, su compuesto para luchar contra el Covid-19 que tan buenos réditos le ha dado hasta ahora.
La medalla de bronce de este ranking también cuenta a triple dígito su revalorización en lo que llevamos de ejercicio. Sube en concreto desde el pasado 1 de enero un 112% con un agosto entre los mejores valores y es, además, de los que ha ido ganando terreno tras lo peor de la pandemia. La compañía fotovoltaica, cuenta en pérdidas el nivel de septiembre, en especial por las fuertes caídas de las primeras jornadas del mes ante la toma de beneficios de un gran verano. Y sobre todo por ese impacto invisible pero evidenciado por su cotización del efecto bajista que ha envuelto al Nasdaq, que lleva perdiendo posiciones desde el inicio del mes. Las empresas más ligadas a la pandemia han hecho ese alto en el camino, aunque sus perspectivas siguen siendo impecables, Solaria incluida.
Veremos si se trata de una corrección de excesos o de algo más profundo aunque los inversores sigue confiando en el valor tras los avances de las últimas sesiones- tres consecutivas- ante los máximos del año marcados el pasado 31 de agosto y que todo apunta a que podría volver a atacar. Lo que puede indicar una buena opción de compra para una de las mejores compañías de la bolsa española y con mayor y mejor horizonte de futuro, incluso con pandemia.