Clesa se ha convertido en el concurso mayor tratado hasta el momento en el sector alimentario al llevar de la mano un pasivo de 1.000 millones de euros, según Europa Press.
 
De esta manera la empresa se suma a las trece suspensiones de pago que ha iniciado la familia Ruíz Mateos para el mismo número de grupos de su propiedad; entre estas empresas se encuentran prácticamente todas del sector de la alimentación y bebidas.
 
Según las mismas fuentes se espera que el pronunciamiento del Juzgado de lo Mercantil número 6 de Madrid acerca de la declaración del concurso sea inminente, después de que el magistrado solicitara recientemente a Nueva Rumasa que subsanara la falta de documentación.