Incluso, esta agencia añadió que el recorte puede estar por debajo del grado de inversión para esas regiones, mientras que España se encontraría entre los países "menos frágiles".

Alastair Wilson, director de crédito para la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África) concretó que la agencia “distingue entre los emisores soberanos más débiles de la zona euro, Irlanda y Portugal, y aquellos, como España, que son, en consecuencia con su calificación, "menos frágiles", en declaraciones a Europa Press.

Wilson ha expuesto que, en el caso de producirse el impago de Grecia, los emisores más débiles "podrían enfrentarse a rebajas de calificación de varios escalones que podrían dejarles fuera del grado de inversión", debido a que un 'default' causaría una mayor incertidumbre sobre el apoyo con el que contarían.

Sobre los países considerados como “menos frágiles”, en el que se encuentra el nuestro, el impago heleno "añadiría presión sobre la nota, pero sólo conllevaría alguna rebaja de la misma si los trastornos del mercado y los mayores costes de financiación fueran severos y persistentes", añadió.

El director explicó que el principal canal de contagio para estos emisores "menos frágiles" sería a través del aumento de la aversión al riesgo y de los trastornos en los mercados, lo que implicaría mayores costes de financiación que podrían dañar la solvencia.

La calificadora de riesgos apunta que el impacto de una suspensión de pagos por parte de Grecia sería "difícil de predecir y de controlar" y afectaría a la solvencia y los 'ratings' de toda Europa.

Es la primera vez que desde una agencia de calificación se considera la posibilidad de una quita de parte de la deuda griega.