Además, ha considerado que el Viejo Continente ha adoptado un amplio paquete de medidas para luchar contra la crisis de deuda soberana a la que se enfrentan algunos países de la Unión Europea.

A través del comunicado final de la cumbre, se ha conocido que los presidentes de los países que forman el G-8 consideran que Europa también continuará con la “rigurosa consolidación fiscal”, además de continuar “adoptando reformas estructurales para impulsar el crecimiento”.

Esto sobre nuestro continente. Respecto a Estados Unidos, el grupo de los países más influyentes confía en que el país pondrá en marcha un marco de consolidación fiscal para el medio plazo "claro y creíble", que además será coherente con la creación de empleo y el crecimiento económico, tal y como se apunta en el comunicado.

Sobre la situación en la que se encuentra el país nipón, señala que, al mismo tiempo que aporta los recursos necesarios para la reconstrucción después del "desastre" natural del 11 de marzo, las autoridades japonesas también harán frente a la “sostenibilidad de sus finanzas públicas”.

En términos generales, según explica Europa Press en su página, “los ochos países aseguraron que están decididos a tomar las medidas necesarias de forma colectiva e individual para hacer frente a los actuales desafíos comunes a los que se enfrenten, e inciden en que su prioridad sigue siendo promover la creación de empleo”.