Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá y el Banco Central Europeo aceptan así la petición de las autoridades japonesas de ayuda. Los líderes de finanzas del G-7 expresaron su disposición a proporcionar toda la cooperación necesaria para lograr la recuperación de la economía japonesa y del sector financiero, aseguraron en un comunicado tras una conferencia telefónica.