Esta disminución se debió, fundamentalmente, a la reducción del saldo negativo de la balanza comercial y al aumento del superávit de la balanza de servicios, que fueron sólo parcialmente compensadas por el mayor déficit en las balanzas de transferencias y de rentas.

En concreto, el déficit acumulado de la balanza comercial se situó en 15.579 millones de euros hasta junio, un 25,6% inferior a los 20.942,7 millones en el mismo periodo del año anterior, debido a que las exportaciones crecieron un 3,7%, mientras las importaciones retrocedieron un 0,9%.


A su vez, el saldo del componente no energético pasó a registrar superávit, frente a la ampliación del déficit energético en aproximadamente un 14,5%.