La balanza de servicios, el capítulo más importante de la balanza de pagos, tuvo, por su parte, un superávit de 21.200 millones de euros entre julio y septiembre, tras caer el 9,78% respecto al mismo periodo del año anterior, cuando el superávit fue de 23.500 millones.

En cuanto a la balanza de pagos de la eurozona, ya publicada por el Banco Central Europeo (BCE), tuvo un déficit en el tercer trimestre de 10.800 millones de euros (el 0,5% del PIB del área de la moneda única), frente al superávit de 17.300 millones logrado un año antes.


El intercambio de servicios reportó a los países de la zona del euro entre julio y septiembre un superávit de 15.300 millones de euros, por debajo de los 17.800 millones registrados un año antes.