El mercado del cemento continúa así su senda descendente después de que cerrara 2008 con la mayor caída anual de la historia, del 23,8%, hasta 42,65 millones de toneladas, rompiendo así los récord de consumo registrados por el sector entre 1997 y 2007.

En cuanto a la producción, en los dos primeros meses del año las plantas cementeras radicadas en España fabricaron 4,22 millones de toneladas de este material de construcción, un 47% menos en relación al mismo periodo de 2008.


Además de reducir la producción, la adaptación de las cementeras a la nueva coyuntura de mercado pasa también por aumentar las exportaciones y reducir las importaciones.

En concreto, las ventas al exterior se elevaron un 80,5% en los meses de enero y febrero, hasta sumar 347.993 toneladas, en tanto que las importaciones se redujeron un 70,7%, hasta los 616.012 toneladas.

No obstante, Oficemen denunció en un comunicado que las importaciones siguen siendo elevadas. Según sus datos, en los últimos doce meses entraron en España seis millones de toneladas de cemento y clínker procedentes de otros países, un volumen equivalente al 15,5% del consumo total y a la producción de seis fábricas españolas.

Estas importaciones "agravan" la situación que atraviesa la industria cementera española, dado que el cemento de otros países "no tienen las mismas exigencias que España en el Protocolo de Kioto, con menos requisitos medioambientales y sociales, lo que supone una desventaja competitiva para los cementeros del país", según denunció la patronal.