Las Pymes constituyen los organigramas más capaces para adaptarse a los cambios tecnológicos y de crear empleo dentro del tejido productivo de una nación. De esta manera se erigen como un factor de suma importancia para la distribución de riqueza entre las clases medias apoyando el desarrollo de la economía al completo.
 
Es evidente que el peso de las pequeñas y medianas empresas en cualquier economía es muy significativo, pero el caso de España lo es aún más. Son, sin lugar a dudas, los encargados de la creación mayoritaria de empleo. ¿Pero si las empresas que consideramos consolidadas pasan en estos momentos por importantes baches, que podemos esperar de las pequeñas y medianas empresas?
 
Durante los primeros días de Junio tuvo lugar en Madrid el VI Foro Medcap, en el que empresas medianas daban la cara ante el público y hacían oír sus impresiones acerca de la situación actual. En este sentido el presidente de Bolsas y Mercados Españoles, Antonio Zoido, aclaró que “aunque los periodos de volatilidad puedan hacernos pensar que la cotización está divorciada del comportamiento de la empresa, se puede reconocer con claridad el valor que el mercado otorga a una compañía”
 
Es evidente que vivimos un momento de tremenda volatilidad. Como aseguró el presidente del Banco Pastor, José María Arias Mosquera, “vivimos un momento incierto, a pesar de los comentados brotes verdes”, pero casos como el de Duro Felguera nos hacen sacar al optimista que todo hombre lleva en el bolsillo. Si la empresa es hoy lo que es, comentó su presidente Juan Carlos Torres, “es porque en la reestructuración de los años 70 supimos renovarnos y adaptarnos.”
 
Sin embargo, el aspecto técnico de este tipo de empresas presenta algunas dificultades. Desde Bolsa10, Javier Sánchez Rojas afirma que las empresas de mediana y pequeña capitalización “son complicadas de trabajar debido a que tienen menos liquidez y mayor amplitud en la horquilla de precios.” Además los expertos no contemplan un buen año para los mercados de menor capitalización, si bien es cierto que con criterio y buen hacer se pueden conseguir buenos resultados en épocas bajistas.
 
Uno de los elementos a no olvidar es que las especulaciones en este tipo de valores necesitan una observación previa de la horquilla de precios y de la profundidad de mercado. Este diferencial supone para el especulador un coste adicional impuesto por el mercado que tendrá que evaluar a la hora de tomar una posición; es conveniente intentar evitar valores que presenten un spread muy elevado, algo frecuente en muchos de estos valores, ya que operar en ellos implicará comenzar perdiendo un porcentaje.”

Sánchez Rojas afirma que los ciclos bajistas “afectan a estos valores más que a las grandes empresas, de hecho, antes de producirse el ciclo bajista, estas acciones comienzan a caer.” La única forma de sacarle rendimiento a estas acciones, según el experto es cuando se produce el ciclo alcista, “aproximadamente a la mitad del ciclo, suelen acelerarse y provocan movimientos bruscos.” En este sentido el experto pone como ejemplos Jazztel, Ercros, Terra, Avanzit, afirma “y un largo etcétera.”
 
Por el contrario en los ciclos bajistas, estas acciones son ideales para aprovechar la posición corta- afirma Rojas-, aunque muchas veces es difícil encontrar un broker que nos deje vender el papel para después recomprarlo más abajo.