Los rumores del mercado apuntan a que el BCE estaría comprando deuda griega con la intención de controlar y sostener este mercado ante la posibilidad de que el gobierno heleno declare que no podrá cumplir con los objetivos económicos exigidos.

Ayer saltaron las alarmas cuando una fuente cercana a los prestamistas internacionales de Atenas declaró que están en duda los objetivos de déficit
griego para 2011, así como el plan de privatización con el que se comprometió el gobierno heleno. Estos son requisitos clave para un plan de rescate de la UE y el FMI.

Grecia estima que su déficit presupuestario de 2011 será de entre un 8.1% y un 8.2% del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que incumpliría su meta del 7.6% en un punto porcentual. En tanto, sus acreedores del Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea proyectan un saldo negativo aún mayor, por lo que están presionando para que se lleven a cabo más reformas.

El Gobierno espera que la economía se contraiga más de un 4.5% este año, y posiblemente más de un 5% frente a la previsión anterior de un 3.9%.

La Bolsa griega está bajando mas de un 4%, y el sector bancario heleno en torno a un 6%