Sin embargo,  el BCE se opone firmemente a una reestructuración
de la deuda. Además, ha advertido de las catastróficas consecuencias que tendría prolongar el vencimiento de la deuda de Grecia u otras formas de reestructuración, ya que la entidad no aceptaría esos bonos como garantía en sus operaciones de refinanciación.


Así lo dijo hoy el vicepresidente del BCE, Vitor Constancio, quien declaró que "siempre hemos entendido la participación del sector privado de alguna forma como una posibilidad".

Stark dijo que el BCE no considerará un impago que los bancos acuerden voluntariamente prolongar sus posiciones en bonos griegos y podría ser una forma aceptable de que los inversores privados participen en el rescate a Grecia.

El presidente del Eurogrupo (ministros de Finanzas de la zona del euro), Jean-Claude Juncker, prevé que Grecia consiga en junio nuevas ayudas financieras internacionales.