Al justificar su decisión, el banco señala que la actividad global sigue debilitándose, reflejado por una caída de la confianza y continuos problemas en los mercados de crédito internacionales.

La producción bajó considerablemente en el Reino Unido en el cuarto trimestre de 2008, resalta la institución.

Los descensos de los tipos tienen como objetivo atajar la crisis económica, especialmente después de que el Producto Interior Bruto (PIB) registrase un descenso del 1,5 por ciento en el último trimestre de 2008, la mayor caída en más de 28 años.

Para estimular la economía, el banco decidió, pues, recurrir al llamado "Alivio Cuantitativo", es decir la impresión de dinero, ya que las sucesivas bajadas de los tipos hasta mínimos históricos no han tenido el efecto esperado en la práctica.

El banco no tomaba una decisión así desde los pasados años setenta, lo que pone de manifiesto el alcance de la recesión.

Esta impresión de dinero irá destinada a comprar activos del sector privado, para incrementar la liquidez en los mercados e impulsar la concesión de créditos.

Pese a la medida, los expertos no tienen claro que la decisión pueda tener el efecto esperado.

El Banco de Inglaterra solicitó el pasado febrero permiso al Gobierno para poner en práctica esta emisión, algo que el ministro británico de Economía, Alistair Darling, ya ha concedido.

En el Reino Unido, el desempleo está cerca de los dos millones de personas, mientras que los precios de las viviendas han bajado, los embargos de propiedades se han incrementado y numerosos sectores, entre ellos el motor, han recortado puestos de trabajo.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó recientemente que el Reino Unido puede ser el país más castigado de los desarrollados por la fuerte desaceleración económica.

El recorte de hoy era ampliamente esperado por la City de Londres (centro financiero).

Según los analistas, los descensos de los tipos desde octubre tienen como objetivo evitar una recesión profunda y prolongada