El Ejecutivo comunitario ha constatado que la operación no tendrá un impacto negativo sobre la competencia en el mercado europeo.

Bruselas examinó "cuidadosamente" los efectos de la operación, incluyendo la posibilidad de coordinación por parte del Estado chino del comportamiento de mercado de diferentes empresas públicas.

La Comisión Europea alegó a esta aprobación que, incluso si todas las empresas públicas chinas actuaran como si fueran una sola, todavía habría bastante competencia en los mercados afectados.