
Si algo les gusta a los inversores es seguir las estrategias de inversión de los mayores inversores de la historia, Warren Buffett. Aunque ha anunciado que dejará la gestión de Berkshire Hathaway a finales de año, sus movimientos siguen siendo estudiados y analizados por miles de inversores, pero sobre todo muchos ven en Buffett un oráculo capaz de ver cosas donde otros no alcanzan.
Entre los últimos movimientos, Buffett ha vendido acciones de Bank of America durante tres trimestres consecutivos, se ha deshecho de 401 millones de acciones de la entidad desde mediados de julio y la toma de beneficios podría no ser la única justificación por lo que lo ha hecho.
Buffett vende bancos y compra radio satelital: ¿qué sabe él que no sabemos nosotros?
Antes de que Buffett aumentara su actividad de venta en BofA, en su reunión anual de accionistas de 2024 dijo que la tasa marginal del impuesto sobre la renta corporativa probablemente aumentaría en el futuro. Con la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos del presidente Trump, que reduce la tasa marginal máxima del impuesto sobre la renta corporativa al 21%, que es su nivel más bajo desde 1939, Buffett insinuó que los inversores, en retrospectiva, apreciarían a Berkshire Hathaway por asegurar ganancias a una tasa fiscal históricamente baja, por eso tiene sentido que aproveche para cristalizar ganancias en BofA ahora, y trasladar parte del capital a un negocio históricamente infravalorado.
Pero volvamos al caso concreto de Bank of America, una de la entidades más sensibles a los intereses de los bancos de Estados Unidos, algo que se vio cuando la FED aumentó rápidamente los tipos de interés en marzo de 2022 a julio de 2023 para frenar la tasa de inflación interna más alta en cuatro décadas. En ese período, los ingresos por intereses de la entidad subieron pero, en el escenario actual en que existe la posibilidad de flexibilización monetaria por parte del organismo que dirige Powell, existe la posibilidad de que los ingresos por intereses de BofA disminuyan a un ritmo más rápido que otros grandes bancos estadounidenses. Es posible que el multimillonario jefe de Berkshire anticipara una disminución en los ingresos por intereses.
También está la valoración. Cuando Buffett compró acciones preferentes en 2011, BofA cotizaba a un descuento del 62% sobre su valor contable. Actualmente, cotiza a una prima del 29% sobre valor contable, lejos de aquel nivel de ganga.
Y es aquí donde el Oráculo de Omaha sigue manteniéndose fiel a su esencia de buscar acciones con buena valoración, modelo de negocio sólido y líder en su negocio. De hecho, esto se cumple cuando se habla de la compra que ha realizado. Entre septiembre de 2024 y marzo de 2025, Berkshire Hathaway incrementó su inversión en SiriusXM Holding, operador de radio satelital, adquiriendo casi 15 millones de acciones, lo que le eleva la participación en el valor a casi el 36% del total de acciones en circulación.
Sirius XM es uno de los pocos monopolios legales en EE.UU., ya que tiene licencia exclusiva para operar radio satelital. Esto le otorga un poder de fijación de precios por suscripción que las radios terrestres y online no pueden igualar. "Con una base de usuarios estable o en crecimiento, Sirius XM está en posición de expandir sus márgenes operativos con el tiempo”, dicen los expertos de The Motley Fool . Este tipo de apalancamiento operativo, donde cada dólar adicional se convierte en beneficio neto, es música para los oídos de Berkshire.
Sus ingresos provienen principalmente de suscripciones, no de publicidad, lo que le da mayor resistencia en recesiones o en entornos de incertidumbre macroeconómica. Se considera una acción "históricamente barata", con múltiplos bajos en relación a flujo de caja y ganancias.
Esto recuerda a cómo Buffett a lo largo de su historia como inversor ha ido buscando negocios con ventajas estructurales. Coca-Cola (marca), Apple (ecosistema), BNSF (red ferroviaria)… ahora Sirius XM (monopolio regulado).
Además, con esta compañía, el inversor controla una compañía ajena a la situación macro. De hecho, evita empresas cuyo destino dependa excesivamente del ciclo económico o de la publicidad. Sirius XM vive de millones de suscripciones mensuales estables, lo que le da resiliencia ante recesiones. Sin embargo, Bank of America ve cómo sus ingresos netos por intereses fluctúan con cada subida o bajada de la Fed.
Lo cierto es que lo resultados positivos en la compañía están tardando en llegar. En el primer trimestre, Sirius XM Holding reportó unas ganancias que quedaron por debajo de las expectativas de los analistas, con ingresos que disminuyeron un 4% en comparación con el mismo período del año anterior. Reportó un beneficio por acción ajustado de 0,59 dólares, por debajo del consenso de los analistas de 0,67 dólares por 0,08 dólares. Los ingresos del trimestre fueron de 2.070 millones de dólares, ligeramente por debajo de la estimación de consenso de 2.080 millones de dólares y una caída desde los 2.160 millones de dólares en el primer trimestre de 2024.
El beneficio neto para el período totalizó 204 millones de dólares, una disminución desde los 241 millones de dólares en el trimestre del año anterior. El EBITDA ajustado disminuyó un 3% a 629 millones de dólares, manteniendo la compañía un margen de EBITDA ajustado estable del 30%. Jennifer Witz, Directora Ejecutiva, comentó sobre los resultados: "Comenzamos 2025 con la atención en lo que hacemos mejor: ofrecer experiencias destacadas a nuestros suscriptores principales, seleccionar contenido atractivo, fortalecer nuestro negocio publicitario y mejorar el valor de nuestro servicio".
Desde un punto de vista técnico, el valor tampoco pasa por su mejor momento. Aunque sube en torno a un 5% en el año, le lectura tendencial desde un punto de vista gráfico sigue siendo débil. Un valor en el que la operativa, por el momento y siempre por técnico, aconseja mantenerse fuera.
Que Buffett haya invertido en Sirius XM, pese a la tibia reacción de sus cuentas y su cotización, podría interpretarse como un ejemplo más de su enfoque a largo plazo: buscar valor donde el mercado todavía no lo ve. Quizá sea una de esas “joyas ocultas” que necesitan años para brillar, pero que, bajo su prisma, ofrecen márgenes de seguridad y potencial suficientes como para justificar la espera.

