Se trata de la primera rebaja de los tipos oficiales desde 2008 (habitualmente ha rebajado los requerimientos de capital para la banca), y llega en un momento en el que en los mercados se rumorea con una posible acción global coordinada de los bancos centrales para frenar la crisis de deuda de la Eurozona.
Nada más anunciarse la decisión, la renta variable ha pegado un estirón al alza, lo mismo que el cruce euro/dólar.