Se trata de un informe integrado en el último Cuadernos de Información Económica de la Fundación de las Cajas de Ahorros del que no sólo se deduce un elevado pesimismo de la población española en relación al ámbito laboral, sino también una desconfianza que se extiende hasta la economía nacional y sus perspectivas de futuro.

El 79% de los españoles temen que el desempleo se tope en el camino de un familiar directo, aunque la horquilla varía en función de la clase social y el nivel de formación. El 72% de individuos de clase alta o media alta considera posible la pérdida de empleo personal o familiar, mientras que en el caso de los obreros sin cualificar, el porcentaje se incrementa hasta el 84%. No disponer de recursos suficientes preocupa al 36% de las personas de clase alta y al 56% de las de clases más bajas.

Para el 8% de los españoles, la economía española durante los doce meses anteriores no ha cambiado, al tiempo que un 42% de los españoles es "radicalmente pesimista", dado que percibe que el deterioro ha continuado y continuará en los próximos meses, y otro 25% cree que se produjo un nuevo retroceso de la economía, pero que no continuará cayendo.