El panorama financiero de la Comunidad Valenciana se ha venido abajo en relativamente poco tiempo: desaparecida la Cam - “lo peor de lo peor” - Banco de Valencia, Bancaja y ahora absorbida Ruralcaja, el panorama financiero valenciano se ha quedado huérfano plenamente de entidades de referencia con sede en la Comunidad. Aunque las fronteras económicas han desaparecido en la actualidad y no son fundamentales para su desarrollo, siempre es de suma importancia para el tejido productivo y en general la actividad económica que existan, eso sí sin interferencias políticas claro esta. La gestión llevada a cabo por sus directivos ha demostrado que ha sido ineficaz y falta de escrúpulos en demasiados casos, sirviéndose de las mismas y dejando de muy de lado su actividad profesional que debería haber regido en su gestión, fruto de ello es la actual situación.


Las Cajas Rurales son entidades financieras surgidas del campo,  siendo sus “accionistas” socios de las mismas, fueron muy fraccionadas dado que en prácticamente cada cooperativa había una Caja Rural. Para su desarrollo, 
empezaron un proceso de concentración para afrontar los nuevos retos y sus debilidades que les llevó al actual panorama de antes de la absorción.

El campo nunca ha tenido burbujas. Tampoco hubo especulación. El campo es un sector que siempre ha estado sometido a la dura competitividad, muy fraccionado y en el que cada uno hasta hace poco hacía la guerra por su cuenta. El apoyo de las Cajas Rurales fue decisivo para que surgieran la industria agroalimentaria y el nacimiento de nuevas cooperativas para defender el sector y a los agricultores, llegando hasta nuestros días, que han tenido que diluirse en entidades que únicamente llevan el titulo de rural dado que muy poco tienen que ver con el sector agrícola toda vez que el campo como tal ha sufrido los cambios que también lo ha trasformado, el agricultor individual prácticamente ha desaparecido y se gestiona de forma empresarial una actividad que antaño estaba sujeta a muchas variables.

La última entidad financiera de la Comunidad Valenciana en ser rescatada ha sido Ruralcaja por parte de Caja Mar, quedando la primera sin ningún representante en el consejo rector de la nueva entidad al dimitir de sus puestos incluso el último presidente José A Gisbert, . ¿Se imaginan Vds. como ESTABAN LAS CUENTAS DE RURALCAJA PARA QUE VOLUNTARIAMENTE HAYAN DEJADO SUS PUESTOS sin ninguna resistencia al cambio que es lo normal después de embolsarse una buena suma de dinero? Pues bien el proceso prácticamente ha sido como en la Cam, se empieza presentándose como un gigante pero la debilidad de sus números no coincide con su pretendida fuerza y así no se supera ni la primera revisión, y el paso de tiempo deja poco a poco las cosas en su lugar y se ven forzados a dejar el camino libre a los nuevos rescatadores a su vez que gestores .Las explicaciones dadas por Caja Mar estaban claras:  nunca se pueden fusionar dos entidades con una debilidad manifiesta en uno de ellos y la situación de Ruralcaja no era de fortaleza aunque que no aparecía en los medios como tal. Estaba podrida por dentro motivo por el cual no se podía fusionar sino rescatar, su porcentaje de morosidad era de dos dígitos y eso era insostenible , su estructura igualmente inadecuada para el negocio que mantenía, el cual fue menguando poco a poco siendo incapaz de afrontar el proceso de reestructuración adecuado a los tiempos, como han hecho el resto de entidades .-Hay que tener en cuenta también que Cajamar en la anterior crisis económica estuvo en un “ tris “ de ser intervenida por el BdE por su delicada situación financiera, la cual pudo superar atravesando momentos muy delicados por su excesivo riesgo en el sector industrial almeriense.

Ruralcaja tenía más de 400 oficinas fruto de la fusión de muchas y pequeñas cajas rurales y contaba con más de 222.000 socios, gestionando un negocio de 15.000 millones de euros aproximadamente, los números de Cajamar eran muy distintos doblando en oficinas y triplicando socios así como cifra de negocio.-La nueva entidad contara con unos activos de 42.500 millones y un volumen de negocio gestionado de 70.500 millones y deberá de afrontar un proceso de restructuración que se cargara sobre las espaldas de la entidad débil Ruralcaja con el despido de trabajadores producto de la adecuación de servicios y sinergias.

¿Cómo se llego a esta delicada situación Ruralcaja? Pues como todas las cajas de ahorro por dedicarse a financiar a otros sectores que no eran su objetivo primordial, queriéndose convertir en una entidad generalista que no es para lo que fue creada, además de no afrontar con previsión los retos de su futuro.


Rafael Montava Molina
Consultor Financiero Empresarial
[email protected]