Esta adquisición se realizará con efectos económicos a 1 de septiembre, según ha informado la entidad controlada por La Caixa.

Esta operación implica adquirir principalmente la cartera de inversión crediticia (363 millones de euros), la gestora de fondos (con aproximadamente 400 millones de euros bajo gestión), todas las sucursales bancarias (19), los empleados adscritos a las sucursales (unos 100) y todos los depósitos de clientela (436 millones de euros).

Con esta operación se incorpora a CaixaBank un volumen de negocio de, aproximadamente, 1.200 millones de euros, incluyendo 400 millones de euros de fondos de inversión fuera de balance, con una buena situación de liquidez, buen margen de intereses y con un reducido impacto en solvencia.

La las autoridades regulatorias deben dar el visto bueno a esta operación.

Los clientes de Bankpime gozarán de una mayor gama de servicios gracias a esta operación, tanto bancarios como de la gestora, y La Caixa les garantiza los servicios y las condiciones que ya tenían contratados en Bankpime.