Antoni Brufau ha hecho estas declaraciones después de inaugurar el IV Foro Euromediterráneo de Energía, organizado por el Club de la Energía, que preside el propio Brufau; y el Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed).

Sobre el impacto concreto en las cuentas de Repsol, ha dicho que era pronto para señalarlo porque los resultados del sector no dependen sólo del precio del barril, sino también de otros factores como el transporte, los precios del sector químico y otros.

En todo caso, el presidente de Repsol ha dejado claro que se trata de un impacto a corto plazo porque a largo prevé una subida de los precios del crudo cuando se recupere la economía y, por tanto, la demanda de energía.

Antoni Brufau ha resaltado que esta situación está haciendo que Repsol, como el resto de compañías, se plantee la revisión de algunas inversiones como las reservas descubiertas en Perú en el denominado "bloque 39", "una reserva de crudo pesado -más costoso de refinar- lejos de la costa que tendrá un coste alto porque hay que construir un oleoducto de 1.000 kilómetros para llevarlo hasta la costa".

"En cambio, no va a afectar a otros proyectos en Perú, como el bloque 57 o el proyecto de gas natural licuado en Camisea", ha señalado Brufau, que ha recordado que Repsol mantiene un plan de inversiones de 6.000 millones de euros anuales.

Brufau ha recordado que Repsol ha recortado su plan de inversiones a cinco años de 33.000 a 28.000 millones de euros, para adecuarse a la nueva coyuntura de caída de la demanda.

"Las actuales instalaciones cada año generan entre un 6% y un 7% menos de petróleo, lo que unido a la caída generalizada de las inversiones acabará generando nuevas tensiones de precios en el sector cuando se recupere la demanda al volver la economía a la senda del crecimiento", ha explicado.

Sobre el posible interés de Lukoil por entrar en el capital de Repsol, Brufau ha descartado que las recientes declaraciones del presidente ruso, Dimitri Medvédev, quieran decir que la petrolera rusa siga interesada en la operación, y las ha situado en el interés general de los rusos de llegar a acuerdos con España.