El dato de los 8.000 millones de euros de beneficio sin atípicos que se obtendrá en el 2007 lo adelantó el propio Emilio Botín, presidente de la entidad, en un nota enviada a los altos ejecutivos el pasado 3 de enero.De acuerdo con los expertos, el Santander anunciará en la presentación de resultados de mañana una provisión con cargo a los beneficios del 2007 por la minusvalía de casi 1.150 millones de euro en la participación que la entidad posee en el banco estadounidense Sovereign Bancorp.Para hacer esa provisión, el Santander
utilizará las plusvalías obtenidas durante el 2007, circunstancia que evitará al banco crecer a niveles de los cuatro años anteriores, ya que en el 2006 aumentó sus beneficios un 22,1%; en el 2005, un 72,5%; en el 2004, un 20,1%, y en el 2003, un 16,18%.El Santander invirtió 2.300 millones de euros a finales del 2005 para comprar el 24,83% del Sovereign a una media de 24,5 dólares
(17 euros) por acción, frente a los 12,5 dólares (8,5 euros) que cuestan actualmente, casi un 50% menos.El Sovereign se integra en las cuentas del Santander por puesta en equivalencia, es decir, que la participación en ese banco no es lo que estrictamente marque el mercado sino lo que establecen criterios internos o de los auditores.Las pérdidas de 1.350 millones de dólares (920 millones de euros al cambio de hoy) del Sovereign anunciadas hace dos semanas, por culpa de las provisiones ocasionadas por las hipotecas de alto riesgo, no afectarán al resultado neto del Santander, según los expertos.La duda ahora está en la decisión que tomará el Santander con respecto a su opción de compra de una mayor participación en el Sovereign, que, si no recibe antes una invitación de su Consejo de Administración, podrá ejecutar desde mayo de este año hasta el 2011.El verano pasado se especuló con que el beneficio del Santander podía alcanzar en el 2007 los 10.000 millones de euros (31,6% más que el año anterior), gracias a los 8.000 millones en ordinarios y a los 2.000 de extraordinarios entre las plusvalías obtenidas por la venta de la participación en San Paolo-Intesa y la de los inmuebles, que finalmente se ha cerrado, en parte, este año.