En cuanto al empleo, el economista jefe del grupo BBVA, José Luis Escrivá, señaló que el buen funcionamiento de otros sectores como el de servicios compensará la destrucción que se producirá en construcción en 2008.No obstante, las previsiones del BBVA apuntan hacia una ralentización del crecimiento del empleo total, que al cierre de este año supondrá 631.000 nuevos puestos de trabajo -de los el sector construcción aportará 162.000-, mientras que en 2008 se situará en 289.000 puestos.Asimismo, la disminución de la inversión inmobiliaria supondrá una contribución negativa directa sobre el crecimiento económico español de tres décimas en 2008, lo que rebaja las perspectivas de la entidad bancaria hasta el 2,6%.Asimismo, la actividad residencial continuará su ajuste hacia un tamaño más acorde con el crecimiento a largo plazo del mercado, por lo que es de esperar que cierre el año 2007 con 675.000 visados nuevos y no supere los 500.000 en 2008.El elevado número de edificios en altura provoca que el impacto de la caída en la iniciación de viviendas se traslade a la economía y al empleo español con un desfase de hasta dos años, al contrario de lo que ocurre en Estados Unidos o Irlanda donde casi todas las viviendas son unifamiliares y los frenos en la actividad se trasladan contemporáneamente.El precio de la vivienda cerrará este año con un crecimiento del 5,5%, porcentaje que disminuirá hasta el 1,4% en 2008.A pesar de las turbulencias financieras, que se han agudizado tanto en Europa como en Estados Unidos, el estudio prevé un cese de las tensiones de liquidez con el consiguiente descenso del euribor, referencia clave para las hipotecas, a finales de 2008."El crecimiento del crédito hipotecario obviamente se está desacelerando porque veníamos de tasas anormales", consecuencia del crecimiento de la demanda de casas de los últimos años y de la fortísima subida del precio de la vivienda", explicó Escrivá.No obstante, matizó que en los próximos trimestres avanzará a tasas de crecimiento coherentes con el ajuste esperado de la demanda de vivienda, y se situará en niveles próximos a los registrados en 2003, por encima de los 90.000 euros.En cuanto al crédito a las empresas promotoras de vivienda, también es de esperar que experimente una desaceleración asociada a la menor actividad inmobiliaria, con un crecimiento por encima del 10%, respecto al 35% que crecía hace un año y al 50% de hace dos.Escrivá apuntó que las entidades financieras "acompañarán los proyectos relevantes que presenten las promotoras, que previsiblemente serán menos, acompañando la demanda".Según el estudio, las administraciones públicas contrarrestarán el enfriamiento de la inversión residencial, con un incremento previsto de la inversión en el próximo año tanto en infraestructuras como en vivienda protegida.