A pesar de que han pasado ya tres años, sigue sin resolverse la crisis financiera y la débil situación económica. Además, se han unido problemas añadidos como el mayor déficit y deuda de los países; un mecanismo que se utiliza de forma sistemática como solución a la situación actual, incrementando cada vez más los niveles de deuda y déficit y que, por el momento aún no ha dado sus frutos.

Sin embargo, cuando analizamos el S&P 500, observamos un índice que cotiza en máximos anuales, muy alejado de los mínimos que se dejaron en 2.009 (un 88,32% por encima de los mismos); para algunos como consecuencia de que ya se ha superado la crisis y a mi parecer, como resultado de una valoración demasiado positiva teniendo en cuenta la dureza de los problemas y la necesidad de implementar nuevas medidas de política monetaria para intentar dar continuidad a la recuperación económica.


Como pueden observar en el siguiente gráfico semanal, el S&P 500 ha logrado grandes retos en el presente ejercicio y es que el índice americano ha logrado superar la tendencia bajista con origen en octubre de 2.007 y también el importante retroceso del 61,8% del movimiento bajista que tuvo lugar entre octubre de 2.007 y marzo de 2.009. ¿Entienden por que hablo de valoración demasiado positiva?




En conclusión, realidad y mercados hace mucho que muestran claras divergencias y me temo que una vez más, el optimismo extremo y la confianza ciega en que los nuevos mecanismos de estímulo serán el fin de todos los males, darán paso al pesimismo en sentido amplio.

Por el momento el S&P 500 consigue seguir atacando y superando resistencias, hasta el punto de llegar a una situación en la que resulta muy complicado encontrar explicación a los avances. Simplemente, disfrutaremos de la tranquilidad mientras los gráficos no muestren síntomas de debilidad. Hasta ahora los síntomas de debilidad brillan por su ausencia y la única alerta que encontramos esta relacionada con la resistencia que esta mostrando el S&P para alejarse de la importante referencia de los 1.235. Y es que mientras el S&P 500 no logre alejarse de la referencia de los 1.235, podríamos considerar la ruptura marginal de los 1.235, como parte integrante del agotamiento o la formación de techo. Es por ello que ahora que el índice americano se mantiene en zona de máximos, estoy interesada en ver si vuelve a producirse una vuelta bajista que lleve al índice estadounidense a la zona de los 1.175 o si por el contrario, existe consistencia en los avances, la presión alcista se mantiene fuerte y finalmente, tiene lugar el escape alcista que permita dejar atrás la zona de referencia de los 1.235.