Los contactos entre BA e Iberia fueron uno de los obstáculos que hicieron fracasar el intento de fusión entre la aerolínea británica y Qantas, que en un comunicado conjunto informaron hoy de que "pese a los potenciales beneficios a largo plazo previstos (...) no hemos sido capaces de llegar ahora a un consenso".

No obstante, ambas compañías seguirán operando juntas rutas entre Australia y el Reino Unido como miembros de la alianza One World, a la que también pertenece la española Iberia.


Si la operación hubiera salido adelante, hubiera creado la mayor aerolínea del mundo por destinos y segunda por número de aviones, con un valor estimado de más de 5.000 millones de dólares.

Ruptura con Qantas

BA explicó en un comunicado, tras conocerse el fracaso de la fusión, que rechazó la posibilidad de que Qantas fuera la propietaria de más del 50% de la empresa resultante, pese a que actualmente la australiana tiene un valor de mercado mayor.

La ley australiana establece que Qantas debe tener a inversores australianos como propietarios principales y que su sede central y sus instalaciones principales deben estar en Australia.

Las acciones de British Airways (BA) sufrieron una sustancial caída en el inicio de la jornada bursátil de Londres y en la primera hora de negociación llegaron a perder casi un 5 por ciento de su valor, pero posteriormente remontaron.