El mayor productor de acero del mundo obtuvo en el primer trimestre de 2019 un beneficio neto de 414 millones de dólares (370 millones de euros), un 65% menos que en el mismo periodo de 2018, según ha informado hoy la compañía. Entre enero y marzo del año pasado, el grupo había registrado un beneficio neto de 1.192 millones de dólares (1.064 millones de euros).
El resultado bruto de explotación (ebitda) entre enero y marzo fue de 1.652 millones de dólares (1.475 millones de euros), un 34,2 % inferior al registrado en el mismo periodo de 2018 y un 15,3 % menor que en el trimestre precedente.
Las ventas de ArcelorMittal ascendieron hasta los 19.188 millones de dólares (17.143 millones de euros), el mismo nivel que en los tres primeros meses de 2018 y un 4,7% más respecto a los 18.327 millones de dólares (16.339 millones de euros) obtenidos en el trimestre previo.
El consejero delegado del grupo siderúrgico, Lakshmi Mittal, explica sobre los resultados del primer trimestre que estos "reflejan la difícil coyuntura a la que se ha visto confrontada la industria en los últimos meses, en la que se ha producido una contracción de la rentabilidad debido al efecto combinado de un aumento de los costes de las materias primas, motivado por la evolución de la oferta en el mercado en Brasil, y una contención de los precios debido a la desaceleración de la actividad económica y a la continuada sobrecapacidad de producción de acero a escala mundial".
"Seguimos confrontados a la problemática derivada de los elevados niveles de importaciones, especialmente en Europa, donde las medidas de salvaguardia establecidas por la Comisión Europea no han resultado plenamente eficaces. Aunque el contexto de consolidación de los precios en China resulta en cierta medida alentador, no ocurre lo mismo en Europa, donde, para adaptarnos a las condiciones actuales de mercado hemos anunciado recientemente recortes de producción de tres millones de toneladas en términos anualizados en nuestras plantas de productos planos", añade.
En el caso de España esto se traducirá en una reducción de 700.000 toneladas en la producción en sus plantas de Asturias, según informó la empresa esta misma semana.
El volumen de expediciones de productos siderúrgicos en el primer trimestre de 2019 se situó en 21,8 millones de toneladas, lo que supone un aumento del 7,9 % con respecto al cuarto trimestre de 2018 y un aumento del 2,2 % con respecto al primer trimestre de 2018.
El volumen de expediciones de mineral de hierro en el primer trimestre de 2019 ascendió a 13,8 millones de toneladas (volumen estable en términos interanuales), de las que 9,2 millones de toneladas fueron expediciones a precio de mercado (+0,4% interanual).
La deuda bruta a 31 de marzo ascendía a 13.400 millones de dólares (11.980 millones de euros), frente a 12.600 millones de dólares (11.262 millones) a 31 de diciembre, un 6,35% más. El endeudamiento neto aumentó, situándose en 11.200 millones de dólares (10.011) a 31 de marzo de 2019, debido al efecto de la contabilización de arrendamientos según lo dispuesto en la norma NIIF 16 (1.200 millones de dólares).
ArcelorMittal remarca que la prioridad de la compañía en el ámbito financiero sigue siendo mantener una calificación crediticia de grado de inversión en el conjunto del ciclo, y se ha fijado el objetivo de reducir el endeudamiento neto a
un nivel inferior a 7.000 millones de dólares (el objetivo anterior, fijado en 6.000 millones de dólares), ha sido ajustado al objeto de reflejar el efecto de la aplicación de la norma NIIF 16.
Reduce expectativas en Europa y aumenta en China
La compañía espera que el consumo mundial de acero aumente en 2019 entre un 1% y un 1,5%, por encima del incremento de entre el 0,5% y 1% que había estimado previamente. Sin embargo, el grupo ha empeorado las proyecciones para Europa, su mayor mercado, dónde espera que el consumo se contraiga un 1% frente al aumento de hasta el 1% que esperaba anteriormente debido a la débil actividad industrial y el descenso de la producción automovilística, recoge EFE.
Por el contrario, ha mejorado sus expectativas con respecto a China, dónde estima que la demanda aumente hasta un 1% (frente a la contracción de entre el 0,5% y 1,5% que preveía anteriormente) debido a los estímulos económicos y a la demanda inmobiliaria.