Resultados que se situaban algo por encima de lo esperado tanto a nivel de ingresos (805 Mn€ vs 804 Mn€) como a nivel de beneficio (93,4 Mn€ vs 88,7 Mn€ est) y que siguen mostrando la complicada situación por la que está atravesando el sector en nuestro país. A pesar de ello, han conseguido mostrar una caída de los ingresos publicitarios inferior a la del mercado publicitario (7% en 2011).

Como punto positivo, destacamos la evolución de la audiencia, que ha crecido 1,3 puntos en el año, siendo el mayor crecimiento de todos sus comparables. Esto justifica el aumento de las inversiones en programación. Con respecto a la política de dividendo, esperan que se apruebe en la Junta de abril el reparto de un dividendo final de 0,23 € por  cción de forma que el dividendo total distribuido en 2011 sea de 0,45 € por acción, lo que supone un rentabilidad por dividendo del 9,7%, la mayor entre sus comparables europeos. A pesar de esta elevada remuneración al accionista han reiterado su objetivo de ofrecer un payout, como mínimo, del 80% en el próximo ejercicio. Sin embargo, teniendo en cuenta la reducida visibilidad del mercado para este año, especialmente en el sector de televisión (en reestructuración), esperamos una presión aún mayor a nivel de ingresos como consecuencia de los ajustes fiscales que impactarán en nuestra economía. Lo que hace que veamos probable que la compañía se vea obligada a reducir dividendo.


Por valoración, el valor cotiza con cierto descuento frente a comparables (PER 2012e de 11,6x vs 12,4x) aunque algo más caro que Mediaset España (10,8x). Nos seguimos mostrando neutrales con ambas compañías aunque preferimos Antena 3. La positiva evolución de la audiencia este año como consecuencia del éxito de sus inversiones, las sinergias derivadas de la fusión de la Sexta (que esperan que se apruebe en junio) y una política de dividendos (aunque con riesgos a la baja) más atractiva justifican nuestra opinión.