La caída del precio de las acciones tras los resultados decepcionantes de las pruebas de su tratamiento a la desesperada a finales de octubre, y la caída de nueve meses de los beneficios del 14% en un año son las cualidades que hacen de Almirall una compañía a punto de caramelo para ser absorvida, según los expertos de
Saxo Bank. “La acción está en un nivel alocadamente barato, dado su caudal de medicamentos. Otras compañías farmacéuticas deberían aprovechar la oportunidad y comprar la compañía”.