La decisión ha sido aplazar, al menos, durante tres meses la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares más antiguas del país, como consecuencia del accidente ocurrido en Japón. Se trata de una moratoria de tres meses sobre la ley que prorroga la vida activa de estas centrales.

Esta nueva normativa afectará a las operadoras E.ON, RWE, EnBW y Vattenfall que se reparten las 17 plantas atómicas con las que cuenta Alemania. Angela Merkel ha aclarado que “bastará con entablar conversaciones con los proveedores” de estos servicios industriales. Además quiso esclarecer que el suministro de electricidad no se verá afectado en el país.

Junto con la presidenta compareció el titular de Exteriores, Guido Westerwelle, conocido defensor de la prórroga . Sin embargo, en su conferencia pidió “acelerar la introducción de energias renovables”, un sector que ya supone el 9% de la producción germana.

Alemania se había planteado detener su actividad nuclear para el año 2021, fecha de cierre del último reactor.

Las cotización de E.ON en la bolsa alemana cayó un 5,26% hasta los 21,86 euros por acción. RWE también bajo, en su caso, un 4,77% colocando su acción en los 45,64 euros. No obstante, EnBW aumentó su cotización en un 0,01% y llevó su acción a los 41,31 euros.