Dicho índice elaborado por el Insituto Zew y que valora la confianza de los inversores alemanes sobre la economía, se colocó en el mes de mayo en los 91,5 puntos, frente a los 87,1 en que se encontraba el mes anterior.

La locomotora alemana parece a cada paso que da olvidarse un poco más de la crisis económica que ahoga a la periferia europea. De momento, Angela Merkel vive enfrascada en colocar a un europeo a la cabeza del Fondo Monetario Internacional y tratando de dispersar mensajes muy críticos sobre los rescates periféricos, a pesar de apoyarlos públicamente.

Este dato de confianza inversora mejora, por tanto, las previsiones de los analistas que esperaban un ligerísimo repunte hasta colocar la tasa en los 87,5 puntos.