La compañía estaba inmersa en un nuevo proceso de negociación con sus bancos sobre la deuda de 1.441 millones de euros que actualmente soporta, tras evidenciar que en lo que va de año no ha podido cumplir lo previsto en su plan de negocio ante la crisis que atraviesa el sector.

Asimismo, se establece un acuerdo análogo con la financiación de los préstamos de suelo y promotor y se contempla la posibilidad de dotar a la compañía con una línea de tesorería contingente que pudiera asegurar su estabilidad durante un periodo de tres años en un escenario de evolución más desfavorable de la actividad.

El acuerdo preliminar alcanzado con las principales entidades financieras que representan más del 75% del 'pool' bancario ya ha sido ratificado por el consejo de administración.

La inmobiliaria y las entidades financieras confían en alcanzar un acuerdo definitivo y suscribir los oportunos contratos en el periodo más breve posible.