El beneficio neto de ACS entre enero y septiembre alcanzó los 769 millones, lo que implica un incremento del 11,2% respecto al mismo período del año anterior. El beneficio neto incorpora 193 millones por la contribución de Abertis en el período, tanto por vía directa a través de ACS, como por vía indirecta a través de Hochtief.
Los ingresos en el período han alcanzado los 28.800 millones, lo que supone un aumento de un 6,3% con una buena evolución general en todas las áreas de actividad. Ajustado por el efecto del tipo de cambio las ventas aumentan un 4,0%.
La cartera alcanza los 77.584 millones, aumentando un 10,3% en los últimos doce meses con una buena evolución general en todas las áreas de actividad. Ajustado por el impacto del tipo de cambio la cartera crece un 7,6%.
El beneficio bruto de explotación (ebitda) ha alcanzado los 2.406 millones, creciendo un 10,8%. El margen ebitda aumenta hasta el 8,4% debido a la contribución de Abertis durante todo el periodo frente a cuatro meses en 2018.
El beneficio de explotación (EBIT) se sitúa en 1.652 millones y aumenta un 7%. El margen se mantiene estable frente al periodo anterior (debido al mayor peso de actividades de menor riesgo como la ejecución de proyectos de construcción).
El grupo mantiene una posición de deuda neta de 1.236 millones (con un ratio de apalancamiento sobre su ebitda de 0,4 veces) a septiembre de 2019, aumentando en 1.364 millones frente al saldo de hace doce meses, debido a la adquisición de Abertis, completada a finales del 2018 por un importe neto de 1.040 millones de euros y al aumento de la inversión en proyectos energías renovables por un importe superior a 850 millones.
Adicionalmente, el ACS ha dedicado 995 millones a la remuneración de sus accionistas, tanto de ACS como minoritarios, en los últimos doce meses.
"Este buen comportamiento operativo está muy alineado con los objetivos. Seguimos pendientes de la posible venta de sus activos renovables después de que parezca descartada la salida a bolsa", apuntan los analistas de Renta 4.