En octubre de 2008 el 14% de los encuestados reconocía haber tenido que retrasar el pago de las cuotas, mientras que el pasado mes de mayo el porcentaje aumentó hasta el 31%.

En el mismo periodo, descendió del 73% al 37% el número de personas que consideraba que las sumas de dinero que el Gobierno inyectó en la banca iban a repercutirle en forma de financiación o mejoras de las hipotecas contratadas.

En esta línea, en los seis meses que de octubre a mayo descendió un 11,5% el número de hipotecados que pensaban que las administraciones debían plantear medidas de refinanciación familiar.

Por otro lado, y por primera vez en cuatro años entre octubre y mayo descendió del 81% al 77% el número de personas que tenían comprometido más de 40% de su sueldo al pago de la hipoteca. Esta cifra de sobreendeudamiento evolucionó sin descensos desde el 20% registrado en 2006 al máximo del 81% registrado en 2008.

Sin embargo, en los seis meses comprendidos en el periodo evaluado aumentó en casi un 10% el número de personas que tenían comprometido entre el 46% y el 70% de sus ingresos a pagos financieros.

Entre octubre de 2008 y mayo de 2009, creció un 44% el número de entrevistados a los que se les denegó la concesión de un crédito, a pesar de que el número de solicitudes descendió un 10%, dada la pérdida de confianza derivada de la crisis financiera.