Dice Michael Wilson el estratega jefe de acciones de Morgan Stanley que los inversores deben prepararse para nuevas caídas. En su gran momento Rubini, considera que el mercado americano está sobrevendido y que la vulnerabilidad del S&P 500, el indicador de referencia en Wall Street puede seguir cayendo.
Y no hay que tomárselo a broma, aunque muchos inversores puedan tildar de catastrofista a este repuntado analista de Morgan Stanley. De momento los principales índices de referencia en Estados Unidos, DOW JONES Ind Average, Nasdaq y también el S&P 500 no están acertando en la temporada de resultados.
De hecho, vemos ya territorio comanche, a modo de corrección para el Standard and Poors con recortes que superan el 10% desde su récord intradía. Otro tanto le ocurre al Nasdaq al que ya le separa un 18% de sus máximos.
En su gráfica de cotización comprobamos como los tres ceden en su discurrir anual, en menor medida el Dow Jones, con un 4,44% y en mayor grado el Nasdaq, que desciende ya a doble dígito a falta de una sesión para cerrar el mes, en lo que va de año. En medio, el S&P 500 con recortes del 7%, con lo que los analistas ya señalan que puede registrar su peor mes desde nada menos que lo peor de la pandemia, marzo de 2020.
Todo ello marcado por unos niveles de volatilidad más que significativos, con lo que el mercado americano alterna avances decididos con pérdidas incluso, de mayor cuantía. El ejemplo, sin duda el Dow Jones que acumulaba el pasado lunes caídas de más de 1.000 puntos a lo largo de la negociación, intradía, para después cerrar al alza.
Lo cierto es que, sumando alzas y bajas, vemos que el Dow Jones y el S&P 500 acaban de cerrar nada menos que cuatro semanas a la baja consecutivas. El primero con la posibilidad de cerrar, hoy mismo su peor nivel desde marzo de 2020 y el peor enero que se recuerda desde antes de la crisis financiera, en 2009.
Aunque Nasdaq no se queda atrás, con la consolidación de su quinta semana consecutiva en negativo. En este último caso con retrocesos que no se veían en el indicador desde octubre de 2008. Pero que también puede suponer nada menos que su peor enero desde que cotiza.
Este es el ambiente en el que el invierno atmosférico, según Morgan Stanley se une al invierno en los mercados. Las razones que arguye, una caída del crecimiento de Estados Unidos y los hawkish maquinando a lo largo y ancho de la FED, con políticas monetarias más rígidas. A juicio de Michael Wilson, los indicadores adelantados, los PMI americanos y las revisiones a la baja de las ganancias va camino de tocar fondo, pero todavía le queda recorrido. Considera que los inversores deben actuar con prudencia si quieren encontrar precios adecuados, por lo que estima que “deben atrincherarse durante unos meses más.
Y este factor, el de la desaceleración del crecimiento americano, será de tal envergadura que desde Morgan Stanley creen que superará en interés en el mercado al ritmo y cuantía de las subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal. De hecho, considera que “en esa lucha desatada contra la inflación, que se toma muy en serio, es poco probable que su política monetaria se vuelva moderada en el corto plazo, dada la gravedad de las amenazas económica y el apoyo político para tomar medidas con el que cuenta Jerome Powell al frente de la institución.
