Wall Street sigue mirando con lupa todo lo que se publica o se dice en el ámbito económico estadounidense. Y en los últimos días, tras lo bien que habían sentado las declaraciones de Jerome Powell, el presidente de la Fed y el dato de inflación subyacente de los gastos personales que la Reserva Federal mira con detenimiento para valorar el grado de aumento de los precios, llegaba el informe de empleo y rompía los moldes, señalando que la fortaleza del mercado laboral en Estados Unidos permanece.
De hecho, es lo que ha marcado la última sesión al otro lado del Atlántico con un dubitativo mercado de ida y vuelta en el caso de algún indicador, en esa lectura de los 263.000 nuevos puestos de trabajo creados en noviembre, muy por encima de los 200.000 esperados. Lo que se traduce en que nada parece haber cambiado en la actividad laboral estadounidense, que se mantiene fuerte y llevaría de nuevo a la Fed a reflejándolo de nuevo, manteniendo el camino agresivo para controlar la inflación, en la reunión de diciembre, frente a lo que había indicado en sus palabras de esta semana.
Paro que se reduce en concreto entre los colectivos latinos y afroamericanos, porque, dicen los expertos, también se debe a que abandonan más, desde la pandemia, sus puestos de trabajo. Los sectores de ocio y hospitalidad y la atención médica, los que más empleos han creado en el undécimo mes del ejercicio en Estados Unidos.
Esta traslación al mercado se ha salvado con la percepción de que la Fed puede volcarse en los datos de nuevo para justificar una mayor subida de los tipos frente a la prevista por Wall Street y ha dejado al mercado con una sensación de tensión de nuevo, para esta semana en las bolsas americanas. Y que comienza con la duda de si, finalmente, habrá rally de fin de año con los temores renacidos de una recesión en EEUU.
El mes de noviembre se saldaba claramente en positivo, con S&P 500 ganando un 5,38%, un DOW JONES Ind Average que remontaba en el undécimo mes del año un 5,67%. Esto supone su segundo mes de avances consecutivos en cada uno de los indicadores, algo que no se veía en Wall Street desde agosto de 2021. y las ganancias del Nasdaq del 4,37%. En el caso del indicador tecnológico y de innovación fue su segundo mes consecutivo, la primera vez desde las que se cerraron en diciembre de 2021, tras tres meses al alza seguidos.
Entre lo que conoceremos esta semana en Wall Street nos encontramos con datos de PMI de servicios y manufactureros, el déficit comercial, las solicitudes semanales de subsidio por desempleo, los precios a la producción y la confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, entre otros.
En la semana previa a la reunión de la FED, en la que los inversores no las tienen todas consigo a la hora de determinar el sesgo de la próxima subida de tipos, ante los nuevos datos conocidos y las diversas y distintas opiniones de las casas de valores que no se ponen de acuerdo sobre si habrá recesión y la profundidad de la misma en 2023. Tampoco en si los recortes que se están implementando en 2022, ya descuentan cierta desaceleración.
Según indican los datos de la neoyokina CFRA Research, el S&P 500 ha perdido más de un 25% desde su máximo histórico marcado en el presente ejercicio, frente a la caída de media del indicador, en tiempo de recesión, que se ha registrado desde la Segunda Guerra Mundial, que alcanza el 28%.