No es ninguna novedad, ninguna sorpresa que Elon Musk es capaz de lo mejor y de lo peor para cada compañía en la que participa e incluso crea. De todos es sabido los problemas con la SEC que todavía tiene pendientes a cuenta de Tesla y que le llevaron incluso a dar un paso atrás en lo más alto de la cúpula de la empresa.
Su comportamiento anárquico, en numerosas ocasiones, le ha llevado a hacer excentricidades que le han supuesto más de un quebradero de cabeza a las empresas en las que participa. Así que, a pesar de la mala lectura del mercado de la decisión de no participar en el Consejo de Twitter, tras confirmar la empresa su invitación hace apenas unos días, el mercado se pregunta si no estamos de nuevo ante otra de las numerosas actuaciones erráticas de Elon Musk que, sin embargo, les cuesta dinero a los accionistas.
De hecho, en su gráfica de cotización podemos comprobar como el anuncio de que había adquirido una participación del 9,2% en Twitter por valor de 2.900 millones de euros para convertirse en su mayor accionista llevaron al valor a revalorizarse un 27% ese día y un 17% esa semana, pero también con caídas preapertura del pasado lunes, tras la decisión de no formar parte del Consejo que alcanzaron el 7%.
En su evolución bursátil observamos que el valor ha perdido algo de tracción en las últimas cinco sesiones, con recortes del 7,8% para el valor, mientras que, en el último mes, recupera un 38,4%. Ganancias trimestrales que alcanzan el 15,6% anual, mientras que en lo que va de año, los avances son del 8,8%.
Como no podía ser menos, para un tuitero como Elon Musk de pro y cuyas críticas, entre ellas sobre la libertad de expresión de la plataforma, se han vertido en la red social en la que tiene más de 81,3 millones de seguidores, ha sido el lugar en el que el CEO de Twitter, Parag Agrawal lo anunciaba. Y también la respuesta de un Elon Musk con un emoticono sonriente que se tapa la boca y que luego ha eliminado de la red. Y no es el único. Porque como ha señalado The Wall Street Journal ha eliminado todos los tuits que criticaban a la compañía tras la decisión de unirse al Consejo.
Entre las interpretaciones que se manejan están las complicaciones que podría suponer tanto para el nuevo director ejecutivo de Twitter que comienza ahora su andadura en solitario en un puesto más visible tras la marcha de Jack Dorsey y el nuevo rumbo que debe establecer la compañía como para el directorio o Consejo la llegada de alguien tan poco ortodoxo como Musk, para una empresa, que debe realizar muchas correcciones en su andadura para revalorizarse en el mercado.
También los problemas pendientes de Elon Musk con la SEC, que atraviesa Tesla y que podrían volverse en contra también de Twitter, que ya tiene suficientes problemas en su andadura como para asumir otros. Los primeros, los apuntados claramente por Elon Musk, que, aunque consumidor total de la plataforma también es muy crítico con ella.
Sobre la mesa también la posibilidad de que sea una fórmula para elevar en mayor cuantía su presencia en el capital de la compañía. Si forma parte del Consejo, este incremento solo puede llegar al 15% de su accionariado, fuera, ya es otra cosa, y su poder se incrementaría en mayor media, sin ser vetado por el resto de los miembros del directorio.
En cuanto a las expectativas actuales de los analistas con respecto al valor, desde TipRanks se indica que de los 28 analistas que siguen el valor, apenas 8 se decantan por comprar, 18 por mantener y 2 más por vender las acciones en el mercado. Eso significa una media de mantener con precio objetivo medio por debajo de su cotización: 45,58 euros por acción, un 3% por debajo.
Lo cierto es que sí ha cosechado apoyos al valor y mejores recomendaciones tras el anuncio de la compra de Elon Musk. Desde Bank of America reiteran su recomendación de compra sobre el valor y su precio objetivo alcanza los 54 dólares por acción.
Consideran que Wall Street no espera una compra total del grupo, pero si un cambio positivo para Twitter con su entrada en el accionariado, lo que eleva el potencial sobre el valor, con su influencia en la visión y la ejecución de la compañía.