Los mercados financieros se parecen en algunos aspectos al fútbol. En uno en concreto. Las estrellas e ídolos de este deporte son lo más para un equipo...hasta que dejan de serlo. Siempre hay un momento para todo, en especial cuando se abandona por dinero el club que antes era de sus sueños y en el que desde pequeño había querido jugar.
Lo mismo ocurre en bolsa. Hay inversores que adoran algunos valores y apuestan decididamente por ellos hasta que alcanzan un precio que está muy pero que muy por encima de lo esperado, o cuando llegan a lo que creen que es su precio objetivo. Entonces no dudan un instante en vender.
Ese es el panorama que ha presentado la archiconocida inversora de Ark Investment y flamante estrella del universo financiero-mediático mundial Cathie Woods respecto a su decidido apoyo sobre Tesla. Este miércoles, tras participar en una sesión de la Conferencia de Morningstar dijo con toda tranquilidad que, si el próximo año Tesla alcanzara su precio objetivo de 3.000 dólares, cuatro veces por encima de los 750 sobre los que ahora mismo se mueve, vendería sus acciones de la compañía.
Todo ello, eso sí defendiendo, lo que considera siguen siendo grandes puntos a favor de la compañía. Su ausencia de las gasolineras, la caída de los precios en los sistemas de baterías y su proyección para 2025, cuando espera que un vehículo eléctrico medio cueste en EEUU unos 18.000 dólares frente a lo costará uno de gasolina que será, según señala, entre 25.000 y 26.000 dólares.
En su gráfica de cotización, vemos como Tesla se ha mostrado negativo a cuenta de Evergrande aunque se ha recuperado en las últimas sesiones, por lo que no hay cambios apenas en su cotización, que su mejora, hasta rozar el 7% en el mes precedente. En el trimestre la mejora casi alcanza el 15% para Tesla, muy similar al alza trimestral, del 14%. En lo que va de año, Tesla avanza en el mercado un 7%.
Pero lo que de verdad está moviendo ahora mismo al valor es su mirada hacia China. Evergrande y sus problemas de endeudamiento, junto con su posible caída su Pekín no sale en su ayuda. El porqué del efecto, más allá del general, radica en dos aspectos.
Por un lado, el impacto que pueda tener en la economía china, un mercado fundamental, a pesar de la caída de ventas, con fábrica propia, Giga Shanghai. Por el otro el efecto contagio a pesar de que podría hacer aguas su ambiciosa filial de coches eléctricos que quería plantarle cara a Tesla, y que no consigue financiación, y ya le ha costado casi 8.000 millones de dólares.
Mientras en cuanto a recomendaciones el mundo financiero sigue dividido entre los que apuestan por el valor o lo consideran sobrevalorado y que su precio ya engloba incluso sus expectativas. Desde Wedbush su analista Daniel Ives es de lo que cree firmemente en el valor con el consejo de sobreponderar Tesla a un precio objetivo de 1.000 dólares por acción, al considerar que es una oportunidad invertir en el mercado de vehículos eléctricos y su aluvión verde que se traducirá en un mercado de 5 billones de dólares en la próxima década incluso hacia perfiles como el del coche autónomo.
Además, considera que sus proyecciones de producción alcanzarán a una horquilla de entre 860.000 y 900.000 este año y superarán el millón el próximo ejercicio. Desde Tipranks, de los 26 analistas que siguen el valor 12 apuestan por comprar, 7 por mantener y 7 más por vender. En cuanto a su precio objetivo medio es de 690,59 dólares por acción, un 8,16% por debajo de su cotización actual.
Un apunte más porque tras la presentación de hace un mes reverdece la conducción autónoma y entra en juego el humanoide Tesla Bot presenta por Elon Musk. Ese robot inteligente que se espera use las tecnologías de inteligencia Artificial que se prueban en los coches Tesla. Entre ellas, usará además las cámaras de piloto automático para su “cerebro”. En previsión un robot de última generación que medirá algo más de 1.70, pesará 57 kilos y se desplazará como máximo a 8 kilómetros por hora.