El prestigioso analista, conocido por su pesimista visión del mercado, Marc Faber, ha analizado en Bloomberg la que es la cita de la semana para la renta variable: la reunión mañana del Banco Central Europeo (BCE) en la que tantas esperanzas tienen puestas los inversores del Viejo Continente. Al ser preguntado por cuál sería su proceder si fuera el presidente de la autoridad monetaria europea, el italiano Mario Draghi, ha afirmado: “Si yo fuera el BCE sería el mejor conversador del mundo y apretaría al sistema como un limón para llevar la inflación a la deflación”.

En su opinión, este último extremo, el de la deflación “tiene más ventajas sobre la mayoría de la gente”. Y es que, considera que “con una moneda fuerte y con la debilidad en materias primas hay un beneficio mayor”. Para el autor del Gloom, Boom & Doom Report, Europa “sufrirá” si el BCE no apuesta por más flexibilización en su política.

A largo plazo, ha señalado Faber: “Yo prefiero invertir en economías emergentes”. y en cuanto a Estados Unidos ha destacado su estrategia con respecto a los bonos a 10 años: “Tengo algunos treasuries que adquirí cuando su rentabilidad estaba en torno al 3%, entonces todo el mundo me decía: '¿Estás loco?' A lo que respondía: 'Quizá'”. En cualquier caso, ha reconocido que esta apuesta “no dejaba de ser parte de la cartera para tenerla diversificada, puesto que la idea era tener parte de renta fija y renta variable”.

S.C.